jueves, abril 30, 2009
Nº 2: Agitadoras. Revista cultural
Mapa mudo, de Hilario J. Rodríguez
Hostal Tokio
para vivir la vida.
Soñar despierto
para morir sin prisas.
Vivir sonámbulo
para amarte sin plazos.
Ángel Petisme, Cinta transportadora
Algunas noches empiezan bien
miércoles, abril 29, 2009
Cinta transportadora, de Ángel Petisme
Yo soy una de esas mujeres,
de las maquiladoras
enterrada en las fosas
del desierto, con una bata azul
y los ojos abiertos.
Estrangulada, desmembrada,
con mordiscos en los pezones
y en la vagina siete puñaladas.
Al sur de Río Grande las calles tienen ojos,
el alma sonajeros y los machos pistola.
Inmenso como el odio el idioma que hablas
esta noche, al bajar del autobús,
y que quise aprender.
Yo soy uno de esos nombres
en una cruz rosada
bajo la impunidad de las estrellas.
Entre nosotras y la muerte,
al salir del trabajo, sólo estaba el azar.
En Ciudad Juárez cuando discuten
los maridos dicen a sus mujeres:
Te voy a echar al desierto.
Cartel y trailer de Star Trek
Catas de poesía en El Burgo de Osma
Manuel Ángel Delgado, a quien conozco desde hace bastantes años, me envía el programa de las Catas de Poesía. Empezaron el lunes y terminan mañana. Esta tarde, a las 20:00 h., otro viejo amigo, Tomás Sánchez Santiago, impartirá la conferencia "Una lectura personal de la poesía de Antonio Gamoneda". En el Centro Cultural San Agustín.
Se confunden los términos
martes, abril 28, 2009
El placer de la mirada, de François Truffaut
Carta de Agustín Sánchez Antequera
CONCLUSIONES sobre el MUNDO EDITORIAL tras un año con LEGADOS.
(No siempre ocurre así, ADVIERTO, pero es la regla general).
- Los libreros no cogen nuestros libros, prefieren los que se venden como churros. No hablo sólo de las grandes superficies comerciales, sino de pequeños libreros que van con la bandera de "alternativos" por la vida.
- Las distribuidoras no distribuyen lo que no es comercial. Muchas veces las propias editoriales distribuyen por su cuenta, porque no se fían, aun cuando tengan una distribuidora a su servicio. No hay más que ver los catálogos de un distribuidor: Códigos da Vinci, Los caballeros del Santo Grial, literatura erótica y libros fantásticos para adolescentes.
- Los medios de comunicación no promocionan más que lo que les reporta beneficios a sus propias empresas de comunicación. Sólo en los blogs y revistas virtuales se puede tener cierto eco.
- Algunos periodistas nos piden dinero a cambio de una reseña. Eso se llama publicidad, no periodismo. A un periodista debe pagarle su medio, igual que a nosotros nos deben pagar los lectores.
- Los medios sobreviven gracias a la publicidad. Es otro tipo de AUTOEDICIÓN (para los críticos con la edición de autor, habría que mencionar la cantidad de dinero que les da a los grandes periódicos los anuncios de prostitución que ayudan a sostener a las mafias que luego critican).
- Algunos jefes de redacción revenden los libros no reseñados en sus medios (al menos 100 títulos a la semana) a libreros y así se sacan un dinero extra (300-400 euros a la semana). No lo hacen ellos directamente, son tan cobardes que mandan al portero o vigilante de la empresa.
- Los críticos tampoco se interesan más que por aquello que publican sus amigos literarios. Incluso tienen muchos problemas para publicar sus reseñas cuando son demasiado “alternativas”.
- El público prefiere gastarse 20 euros en libros comerciales antes que 8-12 euros en un libro de un autor que está empezando. Y contra eso pocos argumentos se pueden ofrecer cuando una editorial pretende sobrevivir gracias a sus ventas (sin más ingresos que los de sus lectores, sin subvenciones ni autoedición).
NO ES SIEMPRE ASÍ: hay buenos lectores, libreros, periodistas, críticos, blogueros y distribuidores que están interesados en la buena literatura y con ellos colaboramos. Pero por desgracia, son una minoría.
Esto es un SUPERMERCADO, tiene poco que ver con la cultura. Eso sí, a todos estos gremios se les llena la boca al declararse los grandes defensores de la “cultura”.
Contra esta manipulación, sólo quedan las redes sociales alternativas, especialmente Internet. Aunque ya hay intentos de control por parte de los estamentos oficiales.
Con estas circunstancias, es cada día más complicado resistir. Pero seguiremos intentándolo.
Agustín Sánchez Antequera, editor. Legados Ediciones.
Marzo de 1863
se afanan por decir con sus silencios, mayores
que las palabras: aprensión por seres queridos
–Amada mía: cómo te las vas apañando–
qué fue de sus pequeños terrenos de cultivo
–¿habéis cosechado suficiente para ahorrar?–.
Anhelan la comodidad de su anterior vida
–hoy te veo allí, diciéndome adiós con la mano–.
Algunos envían fotos, un retrato en caso
de que el cuerpo no regrese. Otros dictan las
verdades de la guerra: Un aire caliente arrastra
el hedor de miembros podridos hasta los huesos.
Vuelan negras nubes de moscas. Hambre y flaqueza.
Al morir un hombre nos comemos su ración.
Natasha Trethewey, Guardia nativa
The Bridge Project (y 2)
lunes, abril 27, 2009
Antonio Pereira (1923 - 2009)
Murió Antonio Pereira y me entero hoy. Una vez escribí un artículo sobre sus cuentos. Unos días después me envió una postal agradeciéndome mis palabras. No recuerdo ni cómo consiguió mi dirección. Fue una gran sorpresa porque, ¿cuántos consagrados hacen eso? Muy pocos, o más bien ninguno. Pereira era maestro en humildad y maestro del relato. En su antología Me gusta contar incluye en el prólogo 10 recetas para elaborar un cuento. Me quedo con la 6ª, y que sirva de homenaje al autor:
6- Si dudas entre dos palabras, elige la más clara. Si hay empate, quédate con la menos prestigiosa.
State of Play (La sombra del poder)
Carlos Salem, Premio Seseña de Novela Romántica
The Bridge Project (1)
domingo, abril 26, 2009
Déjame entrar
Talentos latinos y Ese bar de los poetas
De actores, cuentos y espejos
sábado, abril 25, 2009
Me acuerdo, de Joe Brainard
Me acuerdo de mi abuelo, que no creía en los médicos. No trabajaba porque tenía un tumor. Se pasaba el día jugando a las cartas. También escribía poemas. Tenía las uñas de los pies largas y feas. Hacía todo lo posible por no mirarle los pies.
Me acuerdo de haberme intentado imaginarme a mi madre y a mi padre follando.
Me acuerdo de Royla Cochran. Vivía en una buhardilla y hacía unos muñecos muy alargados de cera. Estuvo casada con un poeta manco hasta que éste murió. Murió, contaba ella, de un dolor en el brazo que le faltaba.
Me acuerdo de una historia sobre una pareja que tenía un diner. El marido asesinó a la esposa y la hizo picadillo para la carne de las hamburguesas. Luego un día un hombre se estaba comiendo una hamburguesa y se encontró un trozo de uña. Así fue como descubrieron al marido.
Me acuerdo de las vacías tardes de domingo y de la sensación, en cierto modo, de vacío interior.
La diferencia
viernes, abril 24, 2009
Mañana, Casimiro Parker en Zaragoza
Esta noche, nueva parada de las Pandoras
I Wanna Be Your Dog
le dije que me llevara lejos
me clavó los colmillos en un motel
olvidado hasta de la mano del diablo
y entre los pinos me desgarró
después estuve aullando durante siglos
o noches eternas que son lo mismo
quítame los guantes
y sácame a bailar, le dije
él sólo sonrió de medio lado
y lo supe entonces
nada sería igual
sabía que me pondría un vestido ajustado
y bailaría cuando no sonara la música
que reiría en mi rabia y escupiría al amor
ahora quiero
cortarme el pelo a trasquilones
asexuarme de tal modo
que no me desvirguen el sentimiento
comportarme mal unos años
sin que nadie me lo reproche
Déborah Vukušić, 23 Pandoras. Poesía alternativa española
Flores para Irene, de Marcelo Luján
“Tenemos muchas del Oeste”
jueves, abril 23, 2009
Especial El Ángel en Cuadernos del Matemático
tiernos y muy mamones
y nos queremos muchísimo
hasta que la vida da patadas
entonces también empezamos a dárnoslas entre nosotros
y todo empieza a ser diferente
y los sigues queriendo pero ya no puedes olvidar ciertas cosas
y no poder tenerlos a ellos duele
y no poder sentir por ellos lo mismo de antes
pero a ellos les sucede lo mismo que a ti
y también su forma de quererte ha cambiado
a pesar de haber crecido y aprendido juntos
y de haberlo transgredido todo tantas veces
No es culpa tuya
ni mía
ni de nadie
ni antes éramos tan fantásticos ni ahora somos tan miserables
somos polvo
y ya sabemos lo que eso significa en las relaciones humanas
fuimos polvo
y fuimos jóvenes
y fuimos amigos hasta la náusea
dimos forma a una revolución que pasa factura
Cuadernos del Matemático nº 41-42
Día del Libro: Algunos actos para hoy
Día de limpieza
de las estanterías.
De qué sirve recoger las pelusas
de los rincones.
Para qué sacudir las sábanas
barrer bajo la cama
pasar la aspiradora.
Hay un polvo que viene de afuera
que la ciudad expulsa con sus toses.
Y hay otro desprendiéndose de mí
que cae como terrones de barro
cada vez que abro el puño
y suelto una certeza.
Ana Pérez Cañamares, 23 Pandoras. Poesía alternativa española
Ahorro de tiempo
miércoles, abril 22, 2009
Ningún lugar adonde ir, de Jonas Mekas
Ni nadie
Ni mi psiquiatra.
Ni la alcachofa de la ducha.
Ni mi taza de café.
Ni mis pestañas.
Nadie sabe nada de mí.
Nadie me ha descubierto todavía.
Ni mis sujetadores.
Ni mis bragas.
Ni mi pinza de depilar.
Nadie se asoma a mis zonas estrechas.
Nadie sabe encontrarlas.
Nada me araña.
Ni mi cepillo de dientes.
Ni los chicles.
Ni los vasos de leche desnatada.
Nada entra en mi cuerpo.
Todo lo cruza.
Todo pasa de largo.
Como el viento en las casas con dos puertas.
Nadie se lleva nada.
Nadie.
Inma Luna, 23 Pandoras. Poesía alternativa española
Rarezas
martes, abril 21, 2009
Próximamente: Pero sigo siendo el rey, de Carlos Salem
Marea negra
aunque me veas todos los días.
Pero yo lo sé todo sobre ti.
Lo adivino en tus ojos como océanos contaminados por una
marea negra.
Me sumerjo en ellos
y llego hasta el petrolero que se hunde en tu interior
con su barriga de metal
llena de sueños enmohecidos.
Viajo en el interior de un batiscafo que ilumina
cada brecha en el cascarón de tu alma,
cada cadáver de viejos amores que se pudre en las bodegas de tu corazón,
cada camarote en tus adentros en el que de vez en cuando te refugias
para sonreír,
para bailar,
para tomar aliento
y que no te ahogue el de todos esos cerdos que te esperan fuera,
en la calle.
Me sumerjo en esos ojos negros cada noche
mientras preparo tu café,
y por un momento dejo de odiar este trabajo,
y los pies y la vida dejan de dolerme,
y me olvido de ellos,
de los borrachos que vomitan sobre la barra sus fracasos,
sus dolores;
de los maderos que se abren sin pagar;
de los chuloputas que piden todo a gritos
y pagan con billetes empapados por el sudor de vuestros muslos.
Y por ti,
por una vez,
no escupo en la taza,
y hasta espanto con el trapo las cucarachas que corretean por la máquina.
Y preparo el café como si estuviera limpiando cada ave rescatada de la
marea negra,
como si cada una de sus plumas fuera uno de tus sueños
sucios por el barro de la vida
y yo pudiera devolverle su color.
Y espero que
cualquier noche,
cuando tú me preguntes
"¿Cuanto?"
y yo te responda
"90 céntimos",
antes de salir a la calle
y de que otros hombres crean que te poseen,
que saben algo sobre ti
sólo porque descargan entre tus piernas
con
media
docena
de
violentos
empujones
el veneno de sus testículos,
cualquier noche,
tú,
mi amor,
simplemente
me sonrías.
Patxi Irurzun, de su blog Ajuste de cuentos