Hace 7 horas
viernes, diciembre 30, 2016
miércoles, diciembre 28, 2016
viernes, diciembre 23, 2016
Letras completas 1962-2012, de Bob Dylan
LA MUERTE DE EMMETT TILL
Sucedió no hace mucho en Misisipi
Cuando un joven de Chicago franqueó una puerta del Sur
Recuerdo bien la terrible tragedia de este muchacho
Negro era el color de su piel y Emmett Till su nombre
Lo arrastraron hasta un cobertizo y le dieron una paliza
Decían tener un motivo, pero no recuerdo cuál
Lo torturaron y le hicieron cosas demasiado horribles para contarlas
Se oyeron gritos en el cobertizo, risas en la calle
Echaron su cuerpo a rodar bajo una lluvia sangrienta
Y lo arrojaron a las aguas para acallar el dolor de sus gritos
La razón para matarlo, y seguro que es así
Fue sólo pasar un buen rato y verlo morir lentamente
Y luego, para detener en Estados Unidos el clamor de justicia
Dos hermanos confesaron que habían asesinado al pobre Emmett Till
Pero en el jurado había cómplices del espantoso crimen
Y así el juicio fue una farsa, pero a nadie pareció preocuparle
Leí los periódicos de la mañana pero no pude soportar ver
A los hermanos sonrientes bajando las escaleras del juzgado
El jurado los declaró inocentes y quedaron en libertad
Mientras el cuerpo de Emmett flota en el Sur sobre la espuma del mar de Jim Crow
Si no alzáis vuestras voces contra algo así, contra un crimen tan abyecto
Es que vuestros ojos están cubiertos por la mugre de los muertos, y vuestras mentes de polvo
Vuestros brazos y piernas están aprisionados por grilletes y cadenas, y vuestra sangre se niega a correr
Por permitir que el género humano caiga tan horriblemente bajo
Esta canción es un recordatorio para que nadie olvide
Que algo así todavía vive en las túnicas espectrales del Ku Klux Klan
Pero si todos los que pensamos igual diéramos lo que está en nuestras manos
Podríamos hacer de esta gran tierra un lugar aún más grande donde vivir
**
LENNY BRUCE
Lenny Bruce está muerto pero su espectro sigue vivo
Nunca ganó un Globo de Oro, nunca estuvo en Synanon
Era sin duda un forajido
Más forajido de lo que nunca habéis sido
Lenny Bruce se ha ido pero su espíritu sigue vivo
Tal vez tenía problemas, tal vez había cosas que no podía solucionar
Pero sin duda era gracioso y decía la verdad y sabía de qué hablaba
Nunca robó iglesias ni decapitó a bebés
Sólo se metió con los de arriba e iluminó sus camas
Está en otra orilla, no quería seguir viviendo
Lenny Bruce está muerto, pero no cometió ningún crimen
Sólo tuvo el acierto de correr el velo antes de tiempo
Una vez compartí un taxi con él
Fue sólo una milla y media, pero pareció durar dos meses
Lenny Bruce siguió su camino y se fue como quienes lo mataron
Dijeron que estaba loco porque no seguía las reglas
Demostró a los sabios de su época que sólo eran unos necios
Lo marcaron y etiquetaron como hacen con pantalones y camisas
Libró una guerra en un campo, donde cada victoria duele
Lenny Bruce era un gran tipo, el hermano que nunca tuvisteis
[Malpaso Ediciones. Traducción de Miquel Izquierdo, José Moreno y Bernardo Domínguez Reyes. Notas de Alessandro Carrera y Diego Manrique]
jueves, diciembre 22, 2016
Todo el mundo adora nuestra ciudad (Una historia oral del grunge), de Mark Yarm
CHRIS CORNELL Pasé de ser un consumidor habitual de drogas con 13 años a vivir varias experiencias chungas y abandonarlas a los 14, para luego no tener ni un solo amigo hasta los 16. Pasé dos años como un agorafóbico, sin tratar con nadie, sin hablar con nadie, sin amigos.
SCOTT MCCOLLUM Recuerdo ir de camino al Bumbershoot con Eric García y otro amigo para ver tocar a George Thorogood. Íbamos en el coche de Chris [Cornell], conducía él y de repente dice: "Tíos, ¿sabéis qué? Voy a intentarlo como cantante". Se pone a cantar "Bad to the Bone" a grito pelado y nosotros nos descojonamos. Estábamos de coña, pero él iba muy en serio. Sonaba muy bien, pero en aquel momento fue como "ya, lo que tú digas".
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JACK ENDINO Ganaba unos cinco dólares por hora trabajando en aquel pequeño estudio. Los grupos tienden a confiar en personas que no conocen de otros grupos, antes que en productores a los que no conocen de nada, de modo que, en tanto que compañero, tenía cierta ventaja.
En enero de 1988, Kurt Cobain me llamó al estudio para decirme: "Todavía no tengo nombre para el grupo, pero el batería de los Melvins me está echando una mano. Nos gustaría ir y grabar unos temas". Yo hacía años que era fan de los Melvins, de modo que ni lo pensé. Hagámoslo.
Entre el mediodía y las cinco de la tarde, grabamos y mezclamos 10 canciones. Me pareció que Kurt tenía un grito muy bueno y un enfoque melódico estupendo. Y me pareció lo suficientemente bueno como para insistir en que me dejara una copia en casete y preguntarle: "Oye, ¿puedo ponérselo a un par de personas?".
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EVERETT TRUE Supuestamente, en mis artículos utilicé la palabra "grunge" [mugriento], para describir el sonido de la música. Lester Bangs ya la había usado con anterioridad. También yo había recurrido a ella en los ochenta para describir a los Happy Mondays, ya sabes: "Tienen un sonido de guitarras mugrientas". Era una descripción que ya existía en el léxico del periodismo musical. Supongo que uno de los editores del Melody Maker escogió la palabra y la usó como titular o algo, porque de repente todo el mundo empezó a utilizarla.
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DAVE HILLIS […] Mucha gente me pregunta: "¿Cómo fue trabajar en el primer disco de Pearl Jam? Tuvo que ser mágico". Sinceramente, no lo fue para nada. La música era genial y lo que quieras, pero nadie lo sabía; aún no eran famosos y todavía se estaban afianzando como grupo en el estudio. En realidad, Eddie [Vedder] aún no era Eddie. Conducía una camioneta amarilla con las lunas tintadas, muy adecuadas para la playa de San Diego, pero no verás ninguna en la lluviosa Seattle. Simplemente tenía una personalidad distinta. No era serio y melancólico, tal como le imagina la gente. […]
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AARON STAUFFER Estaba en Nueva York y conseguí que me pusieran en la lista de invitados para la grabación de Unplugged. Antes del concierto, me crucé con Dave y le dije: "He venido a veros tocar". Y él hizo una mueca y rezongó: "No va a ser bueno". Los ensayos no habían salido bien. Le dije: "Vi el Unplugged de Bob Dylan la semana pasada, así que espero que estéis a la altura". Y Dave me puso una expresión de horror, como diciendo "eso es imposible". Pero resultó ser una actuación asombrosa. A mis ojos asomaron lágrimas.
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DAVE GROHL En la vida acabas conociendo a ciertas personas sobre las que rápidamente intuyes que no van a llegar a viejos. En cierto modo, creo que incluso te preparas emocionalmente por si acaso la intuición resulta ser cierta. Pero igualmente fue una sorpresa terrible. A todo el mundo le cogió por sorpresa. Y por mucho que te hayas mentalizado de que existe la posibilidad de que algo así acabe sucediendo, eso no minimiza el dolor. Probablemente sea lo peor que me ha pasado en la vida. Recuerdo que al día siguiente me desperté desolado porque Kurt [Cobain] ya no estaba. Y pensé: vale, o sea que yo puedo despertarme y vivir otro día, y él no.
KURT COBAIN (de su nota de suicidio) Gracias a todos desde la boca de mi ardiente y nauseabundo estómago por vuestras cartas y preocupación durante estos últimos años. ¡Tengo demasiado de niñato voluble y temperamental! He perdido la pasión, así que recordad, mejor arder del todo que irse apagando lentamente.
[Es Pop Ediciones. Traducción de Óscar Palmer Yáñez]
martes, diciembre 20, 2016
De regreso a nosotros, de Ana Pérez Cañamares
Te presentí igual
que se adivina el mar:
el vértigo de un hueco
que se abre entre montañas
tú no le sumas al mundo
tú le quitas lo que sobra.
**
Me tocas como lee
un ciego el Quijote
al final de la lectura
no sabemos quién es libro
quién loco, quién lector
quién la obra maestra
de quién.
**
Varios segundos al día
por tus ojos cruza un niño
te ríes con la insolencia
de los diecisiete años
cuando te tumbas escucho
el crujir de tu esqueleto
esta tarea me impongo:
estar atenta a tus edades
para vivir lo que no me permite
la lógica ley del tiempo.
**
Nos casamos sin tener un motivo
como los que se casan por amor
para apreciar el brillo de la hierba
para intuir el mar detrás de la autopista
por regalarnos una tarde entera
y por una vez no añorar la lluvia
¿por qué te casas?, te pregunté, y dijiste
para que lo sepa todo el mundo
¿por qué me caso?, me pregunté, y lo supe
cuando los versos de Rich te hicieron llorar
también, esto lo descubrí más tarde
para usar como escudo y armadura
una foto sonriente de los dos.
[Ya lo dijo Casimiro Parker]
lunes, diciembre 19, 2016
viernes, diciembre 16, 2016
Días entre estaciones, de Steve Erickson
-¿La película? –dijo ella.
Y él le habló de la película, de salir corriendo de la sala ante la vista, advirtió más tarde, de su madre, y ante la comprensión, a la que de algún modo llegó enseguida, de que aquella obra era suya. Fue así como supo, por aquello y por los recuerdos en sueños, que era hijo de una francesa, nacido en algún lugar de Francia, y que una noche de cuando era muy pequeño sus dos hermanos gemelos se habían ahogado. Y que el hermano de su madre era un productor de Hollywood que le odiaba por algún motivo que nadie le contaba. Y que la hostilidad de su tío y el terror de su tía le habían empujado a marcharse en cuanto pudo. Ella le preguntó si había vuelto a ver la película. él le dijo que no, pero que cabía que la viese en cualquier momento, pues había caído en su poder al cruzarse con un baúl de efectos personales en cuyo interior, bajo libros y papeles, la encontró en su envase metálico. Aquel día pensó en destruirla, y desde entonces lo pensaba a diario, pero en vez de ello se dedicaba a mirarla colocada en un estante, como si fuese un objeto poseído capaz de lanzarlo al otro lado de la habitación si lo tocaba.
**
Cuando despertó, en mitad de la noche, le pareció que ella estaba ahí. Desde que había visto la película, Adolphe se debatía con un recuerdo que era incapaz de ubicar; se sentía atrapado en una urdimbre de memoria. Repasó una y otra vez su pasado, en busca de aquel día o mes en que volvió a encontrarla, recorriendo los pasillos de aquella vieja casa. Se incorporó en la cama y sacudió la cabeza. No dejaba de preguntarse por qué lo había bloqueado. Por qué se había permitido seguir pensando que la última vez que la había visto fue el día de las Tullerías, cuando de hecho allí estaba, en celuloide, años después, triste y sola. Concluyó que, si le había permitido filmarla de aquella manera, era que le había perdonado. O quizá era que ya no le recordaba.
[Pálido Fuego. Traducción de José Luis Amores]
miércoles, diciembre 14, 2016
La ola que regresa (Poesía reunida), de Fabio Morábito
SEIS LAGARTIJAS
I
¿Quién escribe en los muros?
¿Quién inventa los chistes?
¿Quién sella los refranes?
Es un puro regalo
que todos nos hacemos
esa escritura nómada,
anónima, interior,
que todos entendemos.
Una ciudad sin ella
no es nada, está bien muerta,
el exterior la come,
ya no se vive a sí,
ya no es capaz de un nombre.
II
La ciudad tiene lugares
donde no sucede nada,
lotes baldíos ocultos
tras una barda. Afuera,
un número de teléfono
se despinta, nadie compra.
Protegidos por el muro,
asciende la lagartija,
se espesa el matorral entre
basuras. Si hay otra vida,
que sea así. Atrás de un muro
ser sólo botellas rotas,
latas rendidas de lluvia.
**
EMIGRANTES
Los tíos se mueren lejos,
en medio está el Atlántico,
los primos envejecen.
Desde hace años
no nos mandamos otras fotos
que las de nuestros hijos.
Ya no tenemos nada que decirnos.
Qué enorme goma de borrar
es el océano,
con más verdad
que todas las promesas.
Ahora, si escribiera,
escribiría a los que ya murieron:
a Ettore, por ejemplo,
o a mi tío Roberto;
se han vuelto los parientes
más cercanos,
se han vuelto transparentes.
Tal vez espero
que los otros mueran
para amarlos,
para entenderlos,
para decir
crucé el Atlántico de veras.
**
A TIENTAS
Cada libro que escribo
me envejece,
me vuelve un descreído.
Escribo en contra
de mis pensamientos
y en contra del ruido
de mis hábitos.
Con cada libro
pago un viaje
que no hice.
En cada página que acabo
cumplo con un acuerdo,
me digo adiós
desde lo más recóndito,
pero sin alcanzar a ir muy lejos.
Escribo para no quedar
en medio de mi carne,
para que no me tiente el centro,
para rodear y resistir,
escribo para hacerme a un lado,
pero sin alcanzar a desprenderme.
[Fondo de Cultura Económica]
lunes, diciembre 12, 2016
Rock Springs, de Richard Ford
-[…] No piensas correctamente, ¿lo sabes, Earl? Crees que el mundo es estúpido y tú eres muy inteligente. Pero no es así. Me das pena. Podrías haber llegado a ser alguien, pero las cosas se te torcieron en alguna parte.
[Del relato "Rock Springs"]
**
-¿Qué piensas todas las noches cuando te metes en la cama conmigo? No sé por qué, pero el caso es que quiero saberlo –dijo Arlene–. A mí me parece importante.
Y la verdad es que no tuve que pensar en absoluto la respuesta porque ya la conocía; ya había pensado en ello, y me había preguntado si mi respuesta se debía a la época que estaba atravesando, o a la existencia de un ex marido, o a que tenía una hija a quien educar yo solo y nadie más de quien pudiera estar totalmente seguro.
-Lo único que pienso –dije– es que ha pasado otro día. Un día que he pasado contigo. Y que ha quedado atrás.
-Y en eso hay como una pérdida, ¿no es cierto? –Arlene movió la cabeza y me sonrió.
-Supongo que sí –dije yo.
-Pero después de todo no es tan malo, ¿no crees? Puede haber un día siguiente.
-Es cierto –dije.
-No sabemos adónde nos lleva todo esto, ¿verdad? –dijo Arlene, y me apretó con fuerza la mano.
-No –dije.
[Del relato "Novios"]
**
De alguna manera, quién sabe por qué, tus decisiones un día dan un vuelco y pierdes tu dominio de las cosas. Y un día te despiertas y te encuentras en la situación en la que juraste que jamás te encontrarías, y ya no sabes qué es para ti lo más importante en este mundo. Y después de eso, todo ha acabado. Y yo no quería que a mí me sucediera; jamás pensé, de hecho, en la posibilidad de que llegara a sucederme. Sabía el significado del amor. El amor era no crear problemas, no ponerse en situación de crearlos. Era no dejar a una mujer porque se ha puesto el pensamiento en otra. Era no llegar nunca a estar donde se juró que nunca se estaría. Y no era vivir aislado, estar solo. Eso nunca. Nunca.
[Del relato "Novios"]
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Todo el mundo se estaba quedando sin trabajo. Eran malos tiempos en aquella parte de Montana, y la cosa no tenía trazas de cambiar.
[…]
No había nada que hacer. Ver la televisión. Ir al bar. Bajar paseando hasta Clark Ford y ponerme a pescar donde habían hecho un pequeño parque. Buscar la forma de pasar el tiempo. La gente piensa que le encantaría tener libre todo el santo día, pero no es más que un espejismo. Yo me sentía contra las cuerdas, no sabía lo que iba a ser de mí al cabo de una semana, y eso es algo que te obsesiona y hace difícil cualquier alegría. A nadie le puede gustar eso.
[Del relato "Letal invierno"]
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Lo que voy a contar sucedió cuando yo tenía tan sólo quince años, en 1959, el año en que mis padres se divorciaron, el año en que mi padre mató a un hombre y fue a la cárcel por ello, el año en que dejé mi casa y el colegio, mentí acerca de mi edad para engañar al ejército y ya no volví más. El año, dicho de otro modo, en que la vida cambió para todos nosotros para siempre –en que, a decir verdad, concluyó de un modo que jamás habríamos llegado a imaginar ni en nuestros sueños más locos.
[Del relato "Optimistas"]
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Mi padre me miró con sus ojos azules oscuros y frunció el ceño. Y entonces, por primera vez, deseé que mi padre no hubiera hecho lo que había hecho, y que hubiera resuelto las cosas de otra manera. Lo vi como un hombre que cometía errores, un hombre que podía hacer daño a los demás, arruinar vidas, poner en grave riesgo la felicidad ajena. Un hombre que no entendía lo bastante las cosas. Era como un jugador, aunque en aquel tiempo yo no supiera siquiera lo que era ser un jugador.
[Del relato "Optimistas"]
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Starling llevaba sin trabajo seis meses; una temporada de ventas completa y parte de la siguiente. Era vendedor en el ramo inmobiliario, y no había estado parado tanto tiempo en toda su vida. Al cabo de cierto período de inactividad, empezó a preguntarse si uno no llegaría a olvidar cómo trabajar, a olvidar los pormenores de su oficio, y hasta su razón de ser. Si uno llegaba a tal estado, corría el riesgo de no volver a encontrar trabajo en lo que le quedaba de vida. De convertirse en una estadística: el desempleado crónico. La idea atormentaba a Starling.
[Del relato "Fuegos de artificio"]
[Anagrama. Traducción de Jesús Zulaika]
viernes, diciembre 09, 2016
miércoles, diciembre 07, 2016
Cerco, de Carl Frode Tiller
Levanto la vista, automáticamente echo la cabeza hacia atrás y miro al techo. Gracias, Dios, digo en voz baja, pronuncio un callado agradecimiento y luego trago saliva y espero un poco. Siento un tirón en las comisuras de los labios que me dibuja una pequeña sonrisa y luego enderezo la nunca y vuelvo a mirar de frente, sonrío y noto que el cuerpo se me colma de alegría y gratitud, ahora voy a escribir un correo electrónico para enterarme de cuál es la mejor manera de ayudar a David, no está claro que me quede mucho tiempo, según el doctor Claussen podría ser un mes o podría ser medio año, pero el tiempo que me quede quiero usarlo para ayudar a David. Para ayudar a David y para ayudarme a mí mismo, murmuro. Porque ayudando a David, me ayudo también a mí, tener a alguien por quien vivir es lo que nos convierte en personas, es una banalidad, pero es cierta, cuando no tenemos a nadie por quien vivir dejamos de existir, el viejo Arvid desapareció al perder a sus seres más queridos y solo podía resucitar con la ayuda de Dios, ha sido al honrar a Dios y su creación cuando he resucitado, eso de amar al prójimo como a ti mismo es lo mismo que honrar lo que Dios ha creado y lo que Dios es, y solo así puedes salvarte a ti mismo.
**
Es una banalidad, pero es cierto: cuando ya no hay nadie que pueda documentar nuestra vida, cuando ya no hay nadie capaz de contar anécdotas sobre nuestra cabezonería o sobre nuestro mal humor mañanero, cuando ya no hay nadie que nos ría las gracias o se enfade con nuestro mal humor, cuando ya no hay nadie que nos recuerde quién somos y nos anime a ser quien podemos ser, nos derrumbamos y desaparecemos.
[Sajalín Editores. Traducción de Cristina Gómez-Baggethun]
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