viernes, junio 29, 2012

La liebre con ojos de ámbar, de Edmund de Waal



Uno no puede descubrir por sí mismo todas las novedades que merecen la pena. A veces se le escapan cosas. Esta joya, escrita por un ceramista inglés, me la recomendaron a dúo Álex Portero y Carlos Pardo en la Feria del Libro de Madrid. Y acertaron, claro. Se trata de, como digo, una delicatesen. Un libro muy celebrado en otros países.

Edmund de Waal recibió como legado familiar una colección de natsuke, figuras de madera y de marfil, de procedencia japonesa, y se propuso rastrear los orígenes: ¿cómo llegaron esas figuras a sus manos?, ¿por cuántos dueños pasaron?, ¿qué países recorrieron? Y lo que descubre es absolutamente fascinante: la historia se remonta a 1871, comienza en París, y traza un arco en el tiempo y en el espacio hasta llegar al Londres del 2009. Los natsuke viajan por París, Viena, Tokio, Odesa… Son propiedad de un hombre (un antepasado del autor) que los convierte en regalo de bodas para dos de sus familiares, hasta que los nazis invaden Europa y se los llevan, y de ahí regresan a la familia (no voy a desvelar cómo), y cambian de manos, de dueños y de países.

Y es fascinante por cómo está escrito el libro, por los cambios de tiempo y de espacio, por cómo un pedazo grande de la Historia se inmiscuye en el legado y por cómo los objetos continúan arrastrando los recuerdos de nuestros antepasados. Uno sueña con escribir un libro así, que investigue un par de siglos de su propia familia. Un fragmento: 

Funcionarios imperiales sin país llegaban a Viena desde todos los rincones del ex imperio para descubrir que los ministerios a los que habían enviado sus meticulosos informes estaban cerrados. En las calles proliferaban Zitterer –hombres con temblores, producto del estrés del combate– y amputados con medallas. Se veían capitanes y mayores vendiendo juguetes de madera en las esquinas. Mientras, grandes fardos de ropa blanca con el monograma imperial se abrían paso hasta los hogares burgueses; en los mercados se encontraban arneses y sillas de montar imperiales; y, se decía, patrullas de seguridad habían logrado llegar a los sótanos del palacio y a velocidad decreciente estaban bebiéndose las bodegas de los Habsburgo. 


[Traducción de Marcelo Cohen]

Cartel de The Man with the Iron Fists



Primera película dirigida por RZA, y protagonizada por él mismo junto a Russell Crowe, Pam Grier, Jamie Chung y Lucy Liu. Produce Quentin Tarantino.

Fiesta de Ya lo dijo Casimiro Parker


Sábado, 30 de junio. 22:00 horas.  
En El Anónimo. Calle Escorial, 3. Tribunal. Madrid.

Cartel de Goats


Mac jodas


Trabajo en una empresa extranjera.
Todos los días me regalan una hamburguesa contaminada,
varias quemaduras de grasa en las manos
y un sueldo de 4 pesos por hora.
La gente ahí es muy amigable.


Laura Jáuregui Murueta, Tan lejos de Dios. Poesía mexicana en la frontera norte, de Varios Autores. Edición de Uberto Stabile

Hoy, en Zamora


Hoy toca Medelia en el Ávalon Café. Concierto muy recomendable. Hay un error en el cartel: aunque ponga "jueves", el directo es hoy, viernes. Entrada gratuita a las 22:00 horas. No te lo pierdas.

Last Ride: trailer y cartel


Con Hugo Weaving: aquí.

Jessica Biel: The Tall Man


jueves, junio 28, 2012

Sobre una tierra ardiente, de Der Níster



Segundo libro de este autor, Der Níster (o sea, “El Oculto”, pseudónimo del escritor Pinjas Kahanovich), que publican en Libros del Silencio. En espera de lectura aún tengo La familia Máshber. Sobre una tierra ardiente reúne siete relatos inspirados en hechos reales, que transcurren entre 1942 y 1946. Der Níster era judío y su familia sufrió la violencia del nazismo y sus historias versan sobre hombres y mujeres a los que detienen, humillan, torturan y ejecutan los nazis. En las primeras páginas siempre se nos ofrece un retrato completo de los personajes en cuestión, sean judíos o alemanes afiliados al poder, y en la segunda mitad de cada relato el autor nos muestra el momento en que se cruzan, y en que las vidas de los primeros cambian.

Los que más me han gustado son aquellos que llevan como subtítulo “Acerca de un caso en la Polonia actualmente ocupada”, especialmente los tres primeros, “Heshl Ánsheles”, “El abuelo y su nieto” y “Meyer Landshaft”. Es notable la habilidad de Kahanovich para introducirnos poco a poco en el clima de la historia para luego, una vez nos hemos familiarizado con los personajes, dar el toque maestro en las acciones brutales de los soldados y oficiales de las SS. Un fragmento del primero:

El oficial, al llegar abajo, señaló a Heshl el equipaje. Eran dos maletas: una más grande y más pesada y la otra más ligera. Heshl se agachó y quiso levantar una en cada mano, pero en ese instante el oficial le ordenó:
-¡No! Esta –dijo señalando la maleta más pesada– con las manos, y la otra, la más ligera, con los dientes.
-¿Cómo? –exclamó Heshl, ya algo aturdido desde antes, y más todavía ahora al oír las últimas palabras, mirando al oficial sin comprender lo que quería decir y pensando que no había oído bien.
-Sí, judío... Esa con los dientes.
Por un momento, todos los que estaban allí se quedaron paralizados. El padre quiso enseguida moverse del lugar donde estaba y postrarse a los pies del oficial para rogarle que retirara su orden. Shamai quiso, al parecer, hacer lo mismo, y también la criada. Pero el oficial soltó entonces un rugido que se dirigía a Heshl: «¡Más deprisa, más deprisa!», tan fuerte que todos entendieron de inmediato que ninguna súplica ni ninguna postración servirían de nada; en adelante, cualquiera con ojos en la cara capaz de mirar lo que iba a suceder a continuación, que lo mirase, y quien no estuviera en condiciones de hacerlo, que girase la cabeza y mirase hacia otro lado.


[Traducción de Rhoda Henelde y Jacob Abecasis]

Frankenweenie: segundo trailer


Trailer de Sinister



Con Ethan Hawke y Vincent D’Onofrio: aquí.

Hoy, en Madrid


Trailer de Arbitrage



Con Richard Gere, Susan Sarandon, Tim Roth, Brit Marling y Laetitia Casta: aquí.

miércoles, junio 27, 2012

Próximamente: Ah Puch está aquí y otros textos


De William S. Burroughs y Malcolm McNeill. 
En Capitán Swing Libros.

Momentos de inadvertida felicidad, de Francesco Piccolo



He disfrutado mucho con este libro, un compendio de recuerdos, anotaciones y reflexiones de este autor italiano, del que hace poco recomendé Escribir es un tic. Piccolo escribe sobre cosas cotidianas, sobre asuntos y anécdotas que todos, en mayor o menor medida conocemos, como esa cena de amigos a la que cada pareja lleva una botella de vino que nunca se abre (y Piccolo nos aclara el destino de esos obsequios), o de la manera en que el tiempo parece detenerse cuando estás viendo una obra de teatro y tienes la impresión de estar atrapado, de no poder salir. Casi todos los fragmentos se preguntan algo o bien son una especie de fogonazos de alegría, de recuerdos que entusiasmaron al autor, de sensaciones inolvidables que, como digo, muchos conocemos. Pero prefiero detenerme aquí y copiar unos ejemplos:

Cuando la mujer con la que duermo ha llegado a comprender que cada uno tiene que dormir en su lado. Que puede abrazarse antes, o cuando nos despertamos por la mañana, pero cuando se duerme es necesario que cada uno vaya a lo suyo. Dividiendo la cama con la misma meticulosidad con que se trazaba la línea de división del pupitre, en el colegio.

**

[…]
¿Por qué los niños no repiten nunca delante de los demás las cosas extraordinarias que han hecho sólo un minuto antes delante de sus padres?
¿Por qué, al discutir violentamente sobre cuestiones de política, en un momento dado alguien dice: en el fondo, estamos diciendo todos lo mismo, pero de manera diferente?

**

La primera película al volver de vacaciones, los últimos días de agosto, cuando se perciben de manera diferente todos los olores del cine: de las butacas, del celuloide, de las palomitas de maíz, de los aseos.

**

Cruzar la mirada con la del camarero y hacerle una señal con un imaginario bolígrafo moviéndose en el aire, un gesto sin sentido que el camarero siempre comprende.
Y me gusta cuando llega la cuenta, y hay alguien que hace la división al vuelo, aunque sea complicada, con céntimos.


[Traducción de Xavier González Rovira]

Poema para formar un río

Con la saliva que gastan mis enemigos
para injuriarme
construyo un río
en el que navego por las noches
con sus novias o sus hermanas.

Con las piedras que me lanzan
construyo la casa
en la que vivo como un rey.
Si las pedradas siguen
haré un condominio, lo venderé y seré rico
mientras ellos ejercen su derecho
a patalear de envidia.

Con las balas que me disparan
construyo un árbol de pólvora:
al encenderlo se forma la vía láctea.

Con las palabras que me arrojan
escribo mis libros;
si se dan cuenta
que en vez de enemigos
son mis mejores publicistas
exigirán regalías.

Agotado su almacén
de palabras, balas, piedras
me declaran poeta nacional.

Yo vivo
escribiendo poemas en servilletas
de chulo por las calles
de una ciudad que ni siquiera es mía.

Cuando mueran
sentiré que algo me falta.


Margarito Cuéllar, Tan lejos de Dios. Poesía mexicana en la frontera norte, de Varios Autores. Edición de Uberto Stabile

Cartel de Hope Springs


Nora Ephron (1941 - 2012)


Trailer de Hit and Run



Con Dax Shepard, Kristen Bell, Bradley Cooper y Tom Arnold: aquí.

martes, junio 26, 2012

Red State



Red State supone el giro radical en la filmografía de Kevin Smith. Abandono de la comedia, de los actores típicos de su cine, incluso de su manera de rodar. Era un cambio necesario tras el fracaso de la comedia que hizo con Bruce Willis.

El cambio le ha sentado bien, en principio. Nos cuenta una historia de fanáticos religiosos, una de esas sectas formadas por hombres, mujeres y niños, todos ellos capaces de matar en pro de su fe.  Con caras desconocidas en el reparto, pero con tres actores de prestigio al frente: Michael Parks, John Goodman y Melissa Leo. Red State contiene varios géneros en sí misma: a veces parece una comedia de adolescentes, luego pasa a una película policiaca, una de tiros, incluso una próxima al horror. 

El resultado no está mal, pero tampoco fascina. Tiene momentos álgidos, de tensión, junto a otros más flojos o incluso aburridos (los monólogos de Parks y Goodman se hacen pesados por su extensión). Lo más destacable es su ritmo, y un guión lleno de giros nada previsibles. 



Decir noche, de Elisa Rodríguez Court



Lord Chandos desconoce que su enfermedad tiene nombre y que guarda algún tipo de relación con la muerte del tío Celerino. Se ha muerto alguien a quien nunca llegó a conocer, pero su muerte le llega a lo más hondo de su pluma seca. Como un duende le hace muecas a sus espaldas y la página queda, para siempre, según promete, vacía.
No alcanzó a conocer a Celerino, porque no era tío carnal suyo, sino de Juan Rulfo. Lo cuenta Enrique Vila-Matas en Bartleby y compañía. Cuando se preguntaba a Rulfo por los motivos que le habían llevado al abandono de la escritura, empuñaba solo uno. Respondía que su tío Celerino era el que le contaba las historias y que su muerte lo había dejado sin palabras.
La excusa del tío Celerino le parece a Vila-Matas de las más originales que conoce de entre todas las que han creado los escritores para renunciar a la creación literaria. Los escritores del No a los que llama bartlebys.

Cartel de Alex Cross


Próximamente: La gran cruzada



De Gustav Regler. En Tropo Editores.

360: dos nuevos carteles



Trailer y dos carteles de Easy Money / Snabba Cash



Basada en la novela de Jens Lapidus: aquí.

lunes, junio 25, 2012

El imperio de los sinsentidos, de Kathy Acker



A Kathy Acker, heroína punk de las vanguardias literarias norteamericanas, me la descubrió David González hace unos cuantos años. Leí las dos novelas que tradujeron y publicaron en Anagrama (Aborto en la escuela y Don Quijote que fue un sueño) y me interesó mucho su vida (echen un vistazo en Wikipedia), y sobre todo las circunstancias de su muerte: falleció en Tijuana, a los 50 años de edad, mientras buscaba algún remedio para el cáncer de mama que padecía y que acabó con ella. Antes de comentar la novela que nos ocupa, debo hacer dos advertencias:

Una. Kathy Acker no es una autora fácil. Su literatura es punk, anárquica, feminista, rompedora, evita los géneros y las etiquetas y los encasillamientos, habla mucho sobre el sexo y el incesto, sobre violaciones y abusos y perversiones. Sus novelas no siguen un orden lógico, sino que se parecen mucho a algunos libros de William S. Burroughs, especialmente a El almuerzo desnudo. Mientras uno pasa las páginas, debe olvidarse de la lógica y dejarse llevar por las imágenes que crea y por las frases tan turbadoras que mete en cada párrafo.

Dos. Al final del libro hay un epílogo de Tamara Browne que ayuda a la comprensión de la novela. Aconsejo leerlo primero, para saber qué nos vamos a encontrar, y luego meterse en la narración. Yo lo dejé para el final y me arrepentí: las notas de Tamara, como digo, constituyen una guía esencial para adentrarse en el libro, especialmente por esos guiños, préstamos y plagios de Acker, en los que utiliza los clásicos, los mitos griegos y las novelas populares.

En El imperio de los sinsentidos nos encontramos a una pareja, los dos narradores del libro, que deambulan por un futuro en el que se encuentran constantemente con actos violentos y sexuales. Abhor y Thivai luchan contra el sistema y contra lo establecido y quieren ser piratas modernos. Y en su narración Acker tira de Neuromante, de Mark Twain, de Burroughs, de un montón de referencias que a mí, casi siempre, se me escaparon, pero que sin duda dan enjundia al libro; a este libro extraño, difícil y potente, dedicado por Kathy Acker a su tatuador, y del que os copio un extracto:

Un marinero es un ser humano que ha cambiado la pobreza por las riquezas de una realidad imaginativa.
Semejante actitud lleva implícita la destrucción de la sociedad. Una actitud por ende delictiva, de criminal siempre a la fuga, sin techo, odiando la propiedad, volátil como el tiempo, el marinero hará naufragar cualquier vida atada a la tierra. Los muertos matan. No confiéis en ellos. Un marinero tiene un amor en cada puerto y sin embargo no sabe amar, por muchos corazones que se tatúen en el culo.
El marinero anhela un hogar, pero su amor verdadero es el cambio. La estabilidad en el cambio, el cambio en la estabilidad sólo ocurre en la imaginación. No crecen rosas en las tumbas de los marineros.


[Traducción de Andrés Piquer Otero]

The Words: segundo cartel


Próximamente: Mortalidad



De Christopher Hitchens. En Debate.

Cartel de Taken 2


Trailer de Unforgivable



De André Téchiné: aquí.

Juan Luis Galiardo (1940 - 2012)


viernes, junio 22, 2012

Los náufragos del “Batavia”, de Simon Leys



Hace tiempo, Simon Leys me cautivó con los ensayos recogidos en La felicidad de los pececillos, que recomendé aquí. No sabía si Los náufragos del “Batavia” (que lleva el subtítulo Anatomía de una masacre) me iba a interesar tanto, pero Álex Portero me lo recomendó con entusiasmo en Machado Libros y lo compré. Y, en efecto, se trata de una pequeña joya, capaz de sintetizar en algo menos de 90 páginas la historia de quienes naufragaron en 1629 cerca de Australia. Los supervivientes se refugiaron en las islas más próximas, y muchos de ellos fueron sometidos al régimen de terror del boticario del barco. Breve y fascinante, he aquí un ejemplo de su prosa:   

Y era, efectivamente, una vida de una inimaginable brutalidad; el catálogo de sus horrores es interminable: la desagradable fetidez (a bordo del Batavia no había, para más de trescientas personas, más que cuatro letrinas, dos de ellas a cielo abierto y directamente barridas por el rocío del mar; sólo la élite de la gran cabina tenía derecho además a un servicio de orinales), la promiscuidad, la falta de aire y de espacio, la perpetua humedad, el calor, el frío, las ratas, los parásitos, la mugre (para economizar el agua dulce, los marineros se veían obligados a veces a lavar su ropa blanca con su propia orina), los víveres estropeados, enmohecidos o rebosantes de gusanos, el agua estancada, la grosería de los compañeros de a bordo, la ferocidad sádica de la disciplina, la amenaza perpetua y aterradora del escorbuto, que hinchaba y podría las carnes de sus víctimas, transformando éstas en cadáveres ambulantes antes incluso de rematarlas (a bordo de los navíos que hacían la ruta de Insulindia el escorbuto se llevaba una media de veinte a treinta hombres por viaje). 


[Traducción de José Ramón Monreal]

Próximamente: El viento por la cerradura


De Stephen King. En Plaza & Janés.

Trailer de Taken 2



Pablo Gallo: Formas de sujetar un libro



L I B R E R Í A   G I L
(c/ Hernán Cortés nº 23, Santander)

Del 22 de junio al 15 de julio de 2012
Inauguración:
viernes 22 de junio a las 19.30 h
presentarán el acto Alberto Santamaría
y Javier Menéndez Llamazares

Trailer de Dredd


Conservo por ahí el primer número del cómic del Juez Dredd, que compré cuando era un crío. Si no recuerdo mal, también tengo en algún lado el segundo y el tercero. Me fascinaba la violencia de este personaje. Luego hicieron la película con Stallone y me negué a verla. Ahora han rodado el inevitable remake (aunque lo disfracen de nueva adaptación) y el actor elegido es Karl Urban. Quizá ésta sí vaya a verla. El trailer se puede ver en este enlace.

jueves, junio 21, 2012

Moonrise Kingdom



Wes Anderson es el ejemplo perfecto del cineasta que, siendo siempre totalmente fiel a sus señas de identidad y a sus obsesiones, es capaz de reinventarse porque nunca deja de ser creativo (el caso contrario sería el Tim Burton de los últimos tiempos, de quien esperemos que se recupere con Frankenweenie).

Moonrise Kingdom es el título de su nueva maravilla: la historia de amor de dos niños que tratan de escapar del mundo de los adultos,  representado por unos padres grises, un policía triste, una severa institutriz de Servicios Sociales y los monitores de un campamento de boy scouts. Si en su anterior película, la excepcional Fantastic Mr. Fox, el cine de animación se aproximaba al cine de personajes de carne y hueso, aquí sucede al revés: Moonrise Kingdom se parece más a una película de animación que el anterior trabajo del director.

Con un reparto espectacular de estrellas que aportan solidez al conjunto (Bruce Willis, Bill Murray, Edward Norton, Frances McDormand, Bob Balaban, Tilda Swinton, Jason Schwartzman y Harvey Keitel), la sorpresa y el hallazgo provienen, sin embargo, de los dos niños protagonistas, los debutantes Jared Gilman y Kara Hayward. El primero es una versión primigenia del Jason Schwartzman de Academia Rushmore, y la segunda parece el precedente de la Gwyneth Paltrow de Los Tenenmabum. En otra de sus vueltas de tuerca, Anderson nos presenta a niños de comportamiento casi adulto y responsable (aunque soñador) y a adultos que se comportan como si fueran críos (y que tal vez lleven una vida de amargura porque han renunciado al riesgo y a tratar de cumplir sus sueños). 

Mientras veía la película, pensaba que ésta es la clase de historia que uno hubiera querido cumplir en la infancia: fugarse con una chica, desafiar a los adultos, saltarse las normas… Luego leí que, en efecto, no se inspira en ningún episodio de la vida de Wes Anderson, sino que es algo que le hubiese gustado hacer de niño. Es la diferencia entre la realidad y el deseo; a menudo el deseo sólo se cumple en los cuentos.

Emotiva, ácida, original, divertidísima, con obsesión minimalista por los detalles y los objetos, Moonrise Kingdom es la enésima prueba de Wes Anderson es uno de los grandes directores de nuestro tiempo, quien ha rodado un cuento romántico sobre el amor y el desarraigo. 



June 30th, June 30th…, de Richard Brautigan




Una historia de misterio o el estilo de Dashiell Hammett

Cada vez que salgo de mi habitación de hotel
…………aquí en Tokio
hago las mismas cuatro cosas:
…………me aseguro de llevar mi pasaporte
…………mi cuaderno
…………un bolígrafo
…………y mi diccionario
…………inglés-japonés.

El resto de la vida es un completo misterio

Tokio
26 de Mayo de 1976

**

Escribiendo poesía en lugares públicos, cafés, bares, etc.

Solo en un lugar lleno de extraños,
Canto como si estuviera en medio
…………de un coro celestial

 …………-mi lengua una nube de miel-

A veces pienso que soy raro.

Tokio
11 de Junio de 1976



[Traducción de Kazuko Fujimoto Goodman]

Próximamente: Joseph Anton. Memorias del tiempo de la Fatua


De Salman Rushdie. En Mondadori.
[Junto a la edición de esta autobiografía reeditarán Los versos satánicos en tapa dura. La cubierta, aquí abajo]


Monsters University: primer trailer


LOL

Llevas dos semanas de quimio en el cuerpo
y tu pelo empieza a rendirse a los venenos.
Decides raparte. Al uno y medio,
y aguantar así un poco más, porque es verano,
y dan calor los pañuelos. De modo que saco
la máquina
y la pongo en marcha: caen los mechones
castaños al suelo como hojas,
no hablamos de nada hasta que ataco
la zona de la nuca, de detrás de las orejas,
donde tienes las cosquillas, y es tan raro
oírte reír, a carcajadas, decirme espera,
no puedo más, de las cosquillas, y otra vez,
y otras carcajadas, un poco demasiado
enfáticas, un poco más largas de lo común,
de las que tan bien conozco, casi iguales,
pero no: carcajadas fingidas, entonces,
casi calcadas, sin embargo. Pienso
en toda esa risa de piedra, en que querías
clavarte a las cosquillas que te hacía
la máquina en la nuca, estar ahí,
dejar de deslizarte hacia adelante. Oh, cariño,
cómo desearía concedértelo. Y también pienso
que nunca te he querido más adentro, y que me guardo
la gélida belleza de esa tarde, de tu pelo por el suelo,
de tus risas proyectiles contra las ruedas del Tiempo.



José Daniel Espejo, Nomenclatura [extraído del blog Hank Over]

Cartel de Anna Karenina


Joe Wright adapta a Tolstói y se sirve de un reparto que encabezan Keira Knightley, Aaron Johnson, Jude Law, Kelly Macdonald, Olivia Williams, Matthew Macfadyen y Emily Watson.