jueves, junio 26, 2008

En estas cuatro paredes

Lo encontramos por internet.

Cincuenta metros cuadrados,
ningún pasillo
(lo que te provoca
no perder espacio),
luminoso
(tres ventanas
a dos patios interiores),
muebles de IKEA,
cama de matrimonio
(una delicia
después de meses
compartiendo
una cama de noventa).

Compramos una sartén,
una cazuela,
sábanas,
una cortina nueva
para el baño.

Llenamos el mueble
con libros,
el maletín de un juego de magia,
una gallina de madera,
un barquero
que anda si le das cuerda.

Una lámina de Van Gogh,
La Naranja Mecánica,
Chaplin,
Klimt.

Y poco después
el teléfono,
internet,
y hasta ahora,
que me doy cuenta
de lo vacío
que se queda
cuando tú no estás
y tengo que dormirme
cada noche
con el sonido de la radio
y el flexo
encendido.


Javier Das, en estas 4 paredes