viernes, noviembre 11, 2011

Arte, de Yasmina Reza



Mientras esperamos a que Un dios salvaje llegue a las librerías, si no lo ha hecho ya (y, más tarde, se estrene Carnage, la película de Roman Polanski basada en ese texto), empiezo a leer algunas piezas de Yasmina Reza. La más breve y conocida es Arte, una obra de teatro en la que se juntan tres amigos. Uno de ellos ha comprado un cuadro blanco por 5 millones. Otro le censura este comportamiento: pagar tanto dinero por una obra en la que, a su juicio, no hay nada. El tercero trata de mediar. Ese punto de partida sirve a la autora para meter el bisturí en conceptos como la objetividad, el arte contemporáneo, las opiniones, la amistad o la sinceridad. Gran obra, repleta de tensiones:

SERGIO: Es una obra maestra.

MARCOS: ¿Por qué te mosqueas?

SERGIO: Pareces insinuar que digo obra maestra continuamente, porque sí.

MARCOS: No es verdad…

SERGIO: Lo dices con tanta ironía…

MARCOS: ¡No, señor, en absoluto!

SERGIO: Sí, sí, dices obra maestra con un tono…

MARCOS: ¡Está loco! ¡No es cierto!... En cambio, tú sí que has dicho, has añadido la palabra modernísimo.

SERGIO: Sí. ¿Y qué?

MARCOS: Has dicho modernísimo, como si moderno fuera el non plus ultra del halago. Como si, hablando de algo, no se pudiera llegar a más, lo máximo, lo más alto: moderno.

SERGIO: ¿Y bien?

MARCOS: Y bien, nada.
Y que conste que no he hecho escarnio de tu “ísimo”, te has dado cuenta… ¡Modern-íísimo…!

SERGIO: Hoy me estás buscando.


[Traducción y versión de Josep María Flotats]