Para mí, mi madre había existido siempre y nunca había pensado seriamente que algún día la vería desaparecer. Su fin se situaba, como su nacimiento, en un tiempo mítico. Cuando yo me decía: tiene edad de morir, eran palabras vacías, como tantas otras. Por primera vez percibía en ella un cadáver en ciernes.
[Traducción de María Elena Martín]