Hombres, hoy os pediré un minuto de silencio,
el mismo que tardo en acabar de leer este poema,
para que honréis a las mujeres,
pero no a las mujeres que amáis,
sino a las que no habéis amado.
Cada uno sabe.
Pues mañana, quizá en este instante, ya mismo,
son la vida y la muerte de alguno de vosotros.
Recordad, varones, que ellas fueron Lisístrata
y que en el fondo, continúan siéndolo.
Que son la cuna de la especie,
y os pido que si os acostáis borrachos con ellas,
rescatéis cinco minutos de sobriedad
para recordar su nombre,
aunque aquella noche lo escuchaseis por vez primera.
Respetadlas y hacedlas merecedoras de toda gratitud,
porque ellas a lo largo de la historia
sólo conocieron la parte mala.
Que si ofendéis a una, ofendéis a media humanidad.
Y os ruego ese minuto por todo vuestro pasado.
Cada mujer sabe.
Cada hombre también.
Marta Fernández Martín, Bukowski Club: Jam session de poesía 06-08
Hace 6 horas