jueves, septiembre 11, 2008

El tren de las 3:10


Una sorpresa agradable en las carteleras, aunque haya tardado un año estrenarse. Dirige James Mangold, que a mi juicio tiene películas notables (Heavy, CopLand, Identidad, Walk the Line) y otras flojas (Inocencia interrumpida, Kate & Leopold). 3:10 to Yuma está en el primer grupo. Sobre todo gracias al trabajo de sus protagonistas, unos estupendos y antagónicos Russell Crowe y Christian Bale. Pero también la tensión: Bale es un granjero arruinado que acepta el trabajo de escoltar a un bandido, Crowe, hasta el tren que le llevará a su juicio, en Yuma. A su lado habrá otros hombres menos curtidos o valerosos. Y la banda del forajido merodeando cerca para rescatarlo. Incluso hay algún guiño a Sólo ante el peligro (un marshall y sus ayudantes se llaman igual que los personajes del clásico de Fred Zinnemann).
Me apasionan los westerns y hoy se hacen con cuentagotas. Este filme se basa en un clásico del 57, que a su vez se inspiraba en un relato de Elmore Leonard. Se agradece que no caigan en el maniqueísmo. Se supone que Bale es el bueno, pero su personaje es algo antipático, aunque comprendemos sus razones para hacer lo que hace. Crowe es un ladrón y un asesino, pero logra que simpaticemos con su personaje, experimentado, seductor y con la boca llena de citas. Los dos son distintos, pero quizá puedan forjar cierta amistad en un mundo lleno de balas. Conviene mencionar la actuación del joven secundario Ben Foster, en el papel de un psicópata que, con las pistolas, es más rápido que su sombra.