Estuvo toda la tarde recogiendo nieve en el jardín
horas arrastrando sus manos sobre el césped
horas de rodillas jugando con los peligros ocultos
y cuando por fin hizo su bola
y quiso jugar con los demás niños
apareció el calor derritiendo los sueños.
Llegó tarde a la cita con la naturaleza
como yo he llegado tarde hasta ti.
Nadie en el vecindario
escuchaba bluses tristes
ni flamencos desgarrados
Y tú te alejabas entre los copos
silbando algo que recordabas
de nuestra única noche juntos
La última noche tembló la tierra
cuando se cruzó una mirada
y miles de muertos
decoraron las calles de Balakot
Miles de recuerdos tirados en la calle
Deshielo.
Noche.
Perdición.
David Refoyo, Postuario (Inédito)
Hace 12 horas