Existe una clase de cretino muy abundante en internet. Se trata de quien, por el mero hecho de dedicarnos algunos a la escritura, cree que su misión consiste en desprestigiarnos y descalificarnos, emboscado tras la máscara del anonimato. La ventaja de este incordio diario es que él mismo, con esa actitud infantil, está reconociendo que, en efecto, no sirve para otra cosa.
Hace 12 horas