Admito mi debilidad por cierto género televisivo que se compone de capítulos independientes pero ensamblados por una temática común: el terror. Es posible que yerre si digo que la precursora del género fue “The Twilight Zone”, serie que nació a finales de los años cincuenta y que contaba argumentos distintos cuyas temáticas eran el suspense, la ciencia-ficción y el terror. Ese clásico aún no lo he visto, pero sí el homenaje que le rindieron en los ochenta en forma de película de cuatro episodios, firmados por John Landis, Steven Spielberg, Joe Dante y George Miller (aquí la bautizaron como “En los límites de la realidad”). También se introdujeron, con fuerza, aquellas otras: “Alfred Hitchcock presenta” y “La hora de Alfred Hitchcock”, bajo los auspicios del maestro de “Vértigo”, que siempre añadía una nota de humor en los preliminares. En España, a partir de los sesenta, ese gran clásico vivo que es Narciso Ibáñez Serrador configuró una serie de parecidas características: “Historias para no dormir”. A mí “Chicho”, a quien el público actual sólo conoce por el “Un, dos, tres”, me aterrorizó la infancia con un plano de “¿Quién puede matar a un niño?”
En los ochenta disfruté gracias a Spielberg y esa serie suya de la que, a veces, veo en casa algún capítulo: “Cuentos asombrosos”, que ya cité en un artículo. La estructura solía ser fija: episodios independientes de veintitrés minutos de duración (con la salvedad de algunos especiales, como “La misión”), aunque la clave era la fantasía, y no el terror. Incluso adolecen de cierto humor algo infantil. En ella participaron notables directores: Peter Hyams, Clint Eastwood, Joe Dante, Kevin Reynolds, Martin Scorsese, Irving Kershner, Danny DeVito, Todd Holland, Robert Zemeckis, Tobe Hooper y el propio Spielberg, por citar unos cuantos. Entre finales de los ochenta y mediados de los noventa, otra serie del estilo: “Tales from the Crypt” o “Historias de la cripta”, basada en los reputados cómics de horror de EC, del mismo título; recomiendo estos tebeos, que compré hace un año en edición nueva y que leo cuando me apetece ver dibujos de homicidas y muertos vivientes. Esta versión televisiva tampoco la conozco.
Y llegamos a la actualidad, y a dos noticias que son la excusa para esta columna. Circula por ahí la primera temporada de una serie titulada “Masters of Horror”. Es reciente, y aún no han estrenado la continuación. Basándose en esas series precedentes, el experto en el género Mick Garris ha reunido a autores habituados a transitar por los tortuosos caminos del gore, del terror psicológico o del cine de psicópatas, para que dirijan episodios macabros. Algunos de los elegidos son Stuart Gordon, Dario Argento, John Landis, Don Coscarelli, John McNaughton, Joe Dante, Larry Cohen, John Carpenter y Takashi Miike. Sólo con la mención de estos nombres, al fanático del género se le hace la boca agua. Se comenta en los foros que el nivel de las historias es desigual, condición que puede aplicarse a todas estas series de capítulos autónomos. Los hay buenos, malos y regulares. Y la otra noticia. En julio se estrena en España y en dvd la nueva serie de Ibáñez Serrador: “Películas para no dormir”. La produce Telecinco, e ignoro si antes de comercializarla la estrenará dentro de su programación. Consta de seis historias, con el único nexo del suspense. Detrás de las cámaras hay directores de peso: Álex de la Iglesia, Enrique Urbizu, Jaume Balagueró o el propio Ibáñez Serrador. A mí con esto me han dado una alegría. Lo malo es que todas estas series que digo las vemos cuatro o cinco. No baten récords porque los espectadores medios sólo quieren que los personajes se conozcan y se líen entre sí, o sea, piden el culebrón.