Si ahora mismo queréis (o necesitáis) una novela negra actual, repleta de ritmo, diálogos ágiles y fulanos peligrosos, Días sombríos es vuestro libro. Si conocéis el resto de la producción de Gene Kerrigan (toda en Sajalín), ya sabréis cómo se las gasta el autor irlandés. La trama comienza cuando Danny Callaghan, un tipo que acaba de comerse varios años a la sombra, impide el asesinato de un fulano en un pub. Sin saberlo, ha reventado los planes de uno de los mafiosos de Dublín... y ahora está en deuda con ellos. Me gustan mucho esas historias de individuos que no quieren volver a delinquir pero se ven obligados por las circunstancias (de hecho Carlito's Way aka Atrapado por su pasado es una de mis películas favoritas). Un fragmento:
Cuando un hombre con un casco de moto negro entró en el pub, Danny Callaghan se bajó del taburete, miró a su alrededor en busca de alguna cosa que le sirviese de arma y agarró lo único que tenía a mano, el vaso medio vacío de cerveza.
A un par de metros de la puerta, el sicario se paró. El casco le ocultaba la mayor parte de la cara. Solo se le veían los ojos, que fueron recorriendo las mesas. A un lado, en la mano derecha, sostenía despreocupadamente un revólver. Tras él entró un segundo hombre con un casco idéntico. Este sujetaba una escopeta de cañones recortados. Ambos vestían sendos monos azul oscuro.
La mayoría de los clientes ocupaban las mesas y reservados que rodeaban la barra del pub, donde permanecían de pie o sentados media docena de parroquianos.
El sicario identificó el objetivo y avanzó hacia él.
[Sajalín Editores. Traducción de Ana Crespo]