CHARLAN DETRÁS DE MÍ DOS SEÑORAS
romanas. Esto es una taberna
de barrio, en el corazón de Roma.
Esta taberna –quiero decir– es verdadera,
y como tal funciona. No es una
leyenda o sueño mío. La charla
de estas dos señoras que en ella se encuentran
y en ella arreglan el mundo así lo certifica.
Son –pienso– como una carta certificada,
que nos llega –en esa charla–
como lo hacían las cartas en el antiguo
correo. Cartas de amor, cartas no sabemos
de qué. De ausencia. Ausencia
y falta. Y a veces resurrección,
aun más que presencia. Como
la existencia de esta taberna.
Las palabras que en ella se dicen
en esta tarde dos señoras romanas
no arreglarán el mundo, pero nos
dicen que es verdad que estamos
en Roma, verdad Roma en lo que
de ella permanece y dura, detrás
de las sombras, de la erosión y la pérdida,
detrás del tiempo.
Santiago Montobbio, Vuelta a Roma
Hace 1 hora