Llega la música cada vez más tenue,
como amortiguada por la noche. Se oye
el viento. También es un viento último,
vuelve a serlo en esta tarde y mientras
golpea ahora la puerta del cuarto. Se diluye
la música, se desdibuja, se amortigua, mientras
ulula el viento. La vida es también última.
Lo es y así sentimos que es especialmente
algunas veces, no sólo en la muerte.
La música se oye cada vez más tenue
y así nos irá abandonando todo en esta vida.
Cada uno de estos abandonos nos acerca
a la última pregunta, al último
y absoluto abandono, y en él
al encuentro o a la nada.
(Granada)
Santiago Montobbio, Nicaragua por dentro
Hace 12 horas