lunes, octubre 08, 2018

Jules y Jim, de Henri-Pierre Roché



Quien conozca la obra maestra homónima de Francois Truffaut también sabrá que el texto original era la novela de Roché, un autor del que tengo dos o tres libros por casa, pero que hasta ahora no me había dado por leer. La novela también es magnífica, y cuenta la relación a tres bandas entre los amigos Jules, Jim y Kathe. Al principio los dos colegas van y vienen por los bares y los cafés y comparten mujeres y bebidas y experiencias. Cuando conocen a Kathe, todo empieza a cambiar un poco. Kathe pasa de los brazos de uno a los del otro y viceversa, y las relaciones entre los tres empiezan a contaminarse.

Es una novela que, igual que sucede en la película, arranca con una especie de júbilo por ser joven, ser feliz, ser sexualmente abierto y vivir la vida hasta las últimas consecuencias, pero que poco a poco va dejando en el lector (y en el espectador) un poso de amargura a medida que se suceden las disputas entre estos tres personajes, y en cómo el tiempo va haciendo su trabajo mientras los tres van y vienen, hacen y deshacen; o quizá amargura no sea la palabra, sino abatimiento. Porque los tres personajes también mantienen relaciones con otros hombres (en el caso de Kathe) y mujeres (en el caso de Jules y Jim), y se van amontonando las infidelidades, los celos y la desconfianza, hasta alcanzar un desenlace trágico. Me sorprende que la novela no se haya reeditado; a mí me costó encontrarla y supongo que será difícil hacerse con un ejemplar.


[Editorial Debate. Traducción de Manuel Serrat Crespo]