La semana pasada asistí al recital de José Daniel Espejo
en La Marabunta, junto a un montón de amigos (véase este post de
Héctor Castilla). Allí compré el último número de la revista Hache, de Héctor y
Cristina Morano. Y me regalaron dos libros, uno de ellos fue el poemario Los placeres de la meteorología, de José
Daniel, del que os dejo un poema:
MAÑANA TE LLAMO
Ocurre a veces que
el pie con el que te levantas
equivale a toda una
metafísica –cosmovisión,
dirían los
pedantes–. Me parece que hoy
de repente la vida
no es tan
complicada.
En el trabajo
puedo mirar por la
ventana, escuchar
los cuartetos de
Haydn, o leer a Hrabal,
o escribir estas
sandeces, por ejemplo,
o acordarme de ti. Y
concluir
con que estaba
equivocado y si la vida
no fuese tan
jodidamente rara
probablemente
estarías aquí.