Nunca o casi nunca escribo reseñas negativas. Ya supone
una inversión considerable de tiempo hablar de los libros y las películas que
nos gustan, así que destinar aún más horas a destrozar una obra no me compete. Me
parece una pérdida de tiempo. Sin embargo, aunque Libertad me ha aburrido hasta la saciedad, y por lo tanto no recomiendo
su lectura, sí me interesa hacer unas cuantas apreciaciones, porque la novela
no es mala (en absoluta), sólo tediosa:
*Me entusiasmaron los libros de Jonathan Franzen que
antaño leí: Las correcciones, Cómo estar solo, Zona fría. Especialmente el primero, un novelón que me mantuvo
enganchado.
*Por eso mismo tenía muchas expectativas depositadas en Libertad. Con esta novela que traza la
historia de una familia norteamericana (con todos los matices que ello
conlleva: la infidelidad, los hijos, el declive, la política, las finanzas…) Franzen
ha querido escribir uno de esos novelones (en tamaño y en pretensiones) del
pasado, en la línea de Dumas, Tolstoi, Dickens o Dostoiveski. Una novela que lo
abarque todo. La gran novela americana, etcétera. Ha querido construir una
narración clásica, pero ése no es el problema (a mí, por ejemplo, me gusta
tanto lo clásico como lo vanguardista, lo tradicional como lo postmoderno)…
*El problema es que no engancha al lector. O, al menos, a
mí no me enganchó. Cuando uno abre una novela de Dumas o de Dickens, ya no es
capaz de soltarla. Necesita saber qué les ocurrirá a los personajes. Se come
las páginas. Con Libertad no me
sucedió. Me daba igual. No me llegaron a interesar sus vidas. Incluso los
lectores a los que les ha gustado el tocho de Franzen, admiten que hay tramos
que se les hicieron arduos (de lectura ardua, quiero decir).
*A pesar de ello, quise leerla hasta el final. No por el
desenlace, sino por averiguar hasta dónde quería el autor conducir a sus
lectores. Las últimas 100 páginas sí me engancharon. Pero entonces, claro, el
libro termina.
*Y, a pesar de ello, la prosa de Franzen es magistral. También
lo son las descripciones de los personajes, su psicología, etcétera. Por eso,
aunque no la recomiendo, admito que está muy bien escrita. Si no temen al
tedio, inténtenlo. Pero luego no me echen la culpa, yo ya avisé: es un tostón.
[Traducción de Isabel Ferrer]