Como este mes ha salido Diario de invierno, antes de leerlo rescaté de mi biblioteca este libro, subtitulado Crónica de un fracaso precoz, y que viene a ser algo así como la biografía de los años previos a su conversión en escritor de éxito. Los tumbos de aquí para allá, los trabajos basura, el desempleo, el hambre, la vida en diversas ciudades, los rechazos editoriales. No está mal. Lo mejor de todo es que uno comprueba que incluso los autores de más éxito también las pasaron putas. Aquí va un extracto con el que me identifico:
Tres meses después del fracaso de la obra, nació mi hijo. Presenciar la venida al mundo de Daniel fue un momento de suprema felicidad para mí, un acontecimiento de tal magnitud que en el momento en que rompí a llorar a la vista de su cuerpecito y lo cogí en brazos, hasta me pareció que el mundo había cambiado, que yo acababa de pasar de un estado a otro de la vida. La paternidad era la línea divisoria, el gran muro que separaba la juventud de la edad adulta, y ya me encontraba para siempre al otro lado.
[Traducción de Benito Gómez Ibáñez]