jueves, noviembre 24, 2011

El callejón de las almas perdidas, de William Lindsay Gresham



No conocía a W. L. Gresham y su vida resulta interesantísima: fue cantante folk, estuvo de médico en la guerra civil española (en el bando republicano), a su vuelta lo ingresaron en una clínica para tuberculosos, estuvo alcoholizado durante un tiempo, su segunda mujer lo abandonó para irse con C. S. Lewis (recordemos Una pena en observación y Tierras de penumbra, libro y película que cuentan la enfermedad de la poeta Joy Graham), dio bandazos de un lado a otro hasta suicidarse en un hotel, a los 53 años... Más, aquí.

El callejón de las almas perdidas, que fue adaptada al cine, nos cuenta la historia de Stan Carlisle, un muchacho que empieza trabajando en una feria de freaks y, dada su ambición, pasa a convertirse en falso mentalista y, más adelante, en falso predicador con dotes de médium, y así es capaz de estafar a un montón de crédulos por todo Estados Unidos. La novela está precedida por un prólogo del gran Nick Tosches (poco traducido en España: sólo han publicado Trinidades y El manuscrito de Dante, ésta última recomendada en este blog). De alguna manera, Gresham combina la novela negra con el género cinematográfico que trata de los circos y las ferias ambulantes. Lo que más me ha sorprendido es su valentía, su lenguaje crudo, su manera de tocar temas que, para el año en que fue escrita, 1946, supongo que constituirían un escándalo: freaks, alusiones al incesto, pasajes sexuales, protagonistas que a veces utilizan un lenguaje soez… Por cierto: atentos al final y al modo en que el autor logra que conecte con el principio. Un extracto:   

“Las preguntas formuladas siguen una pauta recurrente. Por cada pregunta insólita habrá cincuenta que habrás oído antes. La naturaleza humana es siempre la misma. Todos tienen los mismos problemas. Están preocupados. Se puede controlar a cualquiera averiguando de qué tiene miedo. Funciona con el número de las preguntas y respuestas. Imagina las cosas que le dan miedo a casi todo el mundo y acertarás de pleno. Salud, Riqueza, Amor. Y Viajar y Tener Éxito. Todos temen la enfermedad, la pobreza, el aburrimiento y el fracaso. El miedo es la clave de la naturaleza humana. Tienen miedo…”
Stan apartó la mirada de las páginas y la dirigió al chillón papel pintado, y a través de este al mundo. El monstruo estaba hecho de miedo. Tenía miedo de estar sobrio y de que le entrara la tiritona. Pero ¿qué lo había convertido en un borracho? El miedo. Averigua de qué tienen miedo y haz que paguen por ello. Esa es la clave. ¡La clave! Lo supo cuando Clean Hoately le dijo de qué estaban hechos los monstruos. Y ahí estaba Pete diciendo lo mismo.


[Traducción de Damià Alou]