-En todas partes. La cabeza, la garganta, el culo. El estómago. Está en todas partes. No sé cómo llamarlo. Es como si no lograra encontrar nada fuera de esa sensación, así que no sé cómo llamarla. Es más horror que tristeza. Es más como horror. Es como si algo horrible estuviera a punto de suceder, lo más horrible que una se pueda imaginar, no, peor de lo que una pueda imaginarse porque está también la sensación de que tienes que hacer algo ya mismo para detenerlo, pero no sabes lo que se debe hacer y entonces sucede también, todo el tiempo, está a punto de suceder y al mismo tiempo sucede.
-Entonces usted diría que la ansiedad es una parte importante de sus depresiones.
Ahora no estaba nada claro si ella le contestaba al médico o no.
-Todo se vuelve horrible. Todo lo que ves es feo. La palabra apropiada es “espeluznante”. El doctor Garton dijo “espeluznante” en una ocasión. Esa es la palabra exacta. Y todo suena áspero, espinoso y áspero como si cada sonido que una escuchara de repente tuviera dientes. Y el olor: yo huelo mal incluso cuando acabo de salir de la ducha. ¿Para qué voy a bañarme si cuando acabo de hacerlo huelo como si necesitara otra ducha?
David Foster Wallace, La broma infinita