Brillantísimo cóctel de referencias (que van desde Miedo y asco en Las Vegas a Don Quijote, pasando por los westerns de Sergio Leone), Rango mezcla en su argumento las tramas de Django, Mad Max 2 y Chinatown, y lo hace con ingenio y muchísimo humor negro (atención a esos agoreros búhos del coro, siempre prediciendo la muerte del protagonista), no apto para niños (en la versión original dicen, en español, palabras como “cojones”: ignoro cómo lo habrán doblado aquí). En vez de rodar la película y luego añadir los dibujos, Gore Verbinski (uno de los cineastas más eficaces del cine de entretenimiento puro y duro: la trilogía de Piratas del Caribe, El hombre del tiempo, The Mexican, Un ratoncito duro de roer, The Ring) rodó primero la película con los actores (Johnny Depp, Ned Beatty, Harry Dean Stanton, Bill Nighy, Alfred Molina, Ray Winstone, Abigail Breslin…) y luego añadió la animación, que por fortuna para nosotros es en 2D, de modo que nos ahorra el incordio de las putas gafas de 3D. Tanto los dibujos y los diálogos del lagarto protagonista como de todos los secundarios y los villanos suponen un disfrute de principio a fin. No se pierdan a esa tortuga que es, incluso en la vestimenta, un trasunto de Noah Cross (John Huston en Chinatown).
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