Anoche pasamos un buen rato viendo Barney's Version, basada en la popular novela de Mordecai Richler (editada aquí por Mondadori y reeditada por Sexto Piso). Lo más poderoso de la película es la interpretación de Paul Giamatti, ese gran actor especializado en losers cómicos. Sin embargo, para mí lo supera Dustin Hoffman, en el breve papel secundario de su padre, un poli retirado de modales bruscos y consejos brutales: me parece que, simplemente, está espléndido. Al filme le sobran 10 o 15 minutos, y se mueve entre la comedia y la tragedia. Como es un producto made in Canadá, abundan las referencias canadienses: canciones de Leonard Cohen o cameos de varios cineastas de esa tierra (David Cronenberg, el único al que reconocí; Atom Egoyan, que nació en El Cairo, pero vive en Canadá; Ted Kotcheff, célebre en su día por dirigir Acorralado; y Denys Arcand, de quien recuerdo Jesús de Montreal).
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