RAZONES PARA LEER ESTE LIBRO:
1. Porque Philip Hoare ha escrito una obra a la manera de Claudio Magris y W. G. Sebald, entrelazando historia, autobiografía, ensayo, fotografía, dibujo y, sobre todo, pasión por lo literario. Pues las ballenas son muy literarias, como demuestran las continuas alusiones del autor a Moby Dick.
2. Porque, con dicho título, obtuvo el Premio BBC Samuel Johnson al Mejor Libro de No Ficción. Lo merece porque su trabajo es encomiable.
3. Porque Hoare escribe sobre la historia de las ballenas. Nos cuenta cómo son, las cazas y torturas a las que las sometieron, qué peculiaridades ostenta cada especie, cuánto ha crecido la economía de muchos países porque, de ellas, todo se aprovecha (como con el cerdo): la carne, el semen, el ámbar, las barbas, los huesos, la grasa, los dientes, la piel… Hoare recopila atrocidades y veneraciones, historias de ballenas torturadas por hombres y de hombres tragados por ballenas. Conecta con la literatura que se ha ocupado de ellas y nos trasmite su propia experiencia: aquellos momentos en que vio cetáceos desde un barco y en los que flotó en el agua junto a ellos.
4. Porque estudia a los escritores involucrados en Moby Dick: Herman Melville y su época; Nathaniel Hawthorne, amigo de Melville e inspirador de la carga oscura y simbólica de la novela; Henry David Thoreau, buscador de la placidez de la naturaleza; Thomas Beale, autor de una historia de las ballenas; Ray Bradbury, que escribió el guión de la película adaptada por John Huston; y también habla de George Orwell, Poe, D. H. Lawrence…
5. Porque se sostiene en una documentación abrumadora, una mezcla de datos y experiencia propia.
6. Porque a uno le dan ganas de subirse a un avión y visitar Nueva Inglaterra (EE. UU.), la tierra donde escribieron Melville, Hawthorne, Stephen King…
7. Porque la inmensidad de las ballenas y su misterio es algo inaprensible para el hombre. Y porque Hoare no sólo se limita a hablar de ellas: también hay espacio para las leyendas, para el kraken, la serpiente de mar, los delfines, los calamares… Porque conecta el mar con la libertad y la ballena con la metáfora.
8. Porque está escrito con una prosa que hechiza, y, una vez que lo empiezas, no puedes dejarlo.
[Traducción de Joan Eloi Roca]