Probablemente, de todos los bodrios de luchadores chinos que me he tragado, este fuera el peor. Se trata de una secuela de Juego con la muerte (en la que, recordemos, tampoco salía Bruce Lee: sólo lo veíamos en unas pocas escenas y el resto era un doble patético): una cinta repleta de desvaríos, de fallos de raccord, de diálogos imposibles, de dobles que imitan a otros actores de otras películas de Bruce Lee... Solía alquilarla en el videoclub cuando no había dvd ni internet: la alquilé varias veces sólo para reírme. Y hace poco la bajé del emule. Si tienes una tarde mustia, no dudes en ver unos minutos: soportarla entera, de un tirón, es bastante duro.
Hace 12 horas