Los he visto muchas, demasiadas veces...
una vez ya me mordieron,
y mi vida crujió
como cruje una cucaracha cuando la aplastan
de un pisotón...
sólo eso somos para ellos...
siempre actúan igual:
primero te aíslan,
te cortan el suministro
(dejan de pagarte),
y te mandan el ejército
de esclavos conversos
para que justifiquen su sumisión
aplastando al que les recuerda
lo que de ellos en sí vendieron...
siempre igual...
te coaccionan con amenazas,
burofax, sanciones...
te niegan tus derechos,
tus permisos, vacaciones...
y cuando creen que te tienen,
pues con los demás siempre ha funcionado,
se muestran comprensivos
diciendo que hacen un gran esfuerzo
al prometer gestionarte el paro...
y así no pagarte los sueldos que te deben,
ni liquidaciones ni nada y,
lo que es más importante,
extirpar el conato de revolución
ante los demás trabajadores
que dudan si seguir tragando
el régimen caciquil que nos quieren imponer...
sí, ahora vienen otra vez a por mí,
sigo siendo una piedra en el culo
de su engranaje,
y yo noto tensas las cicatrices
de las sombras del hambre
que una vez pasé
mientras todos los que ahora callan
embargaban su futuro
firmando letras
que yo no conseguía escribir...
vienen a por mí, sí...
y me están dando muy duro,
lo reconozco,
pero sigo en pie con una lima en la mano,
mellando sus dientes
para escupir en ellos mi óxido...
el óxido que les va a paralizar
Alfonso Xen Rabanal, de su blog Crónicas para decorar un vacío
Hace 1 hora