Así.
Como cuando paseas por la cocina
y no sabes si comerte una pera o beberte una coca cola.
Abres el armario, abres la nevera, abres el microondas,
buscas no sabes qué.
Así.
Como cuando te sientas y te levantas
colocas el sofá y mulles el cojín
y abres el libro,
y miras letras, analfabeto y lerdo.
Así.
Como cuando cierras los ojos,
y decides dormirte
pero los abres
y miras las rendijas de la persiana
por donde se cuela un hilo frío, luz de farola,
que describe lo cercano del techo.
Así.
Como cuando sales de casa
y sabes que algo se te olvida
y esa sensación te persigue
como un bicho en el hombro
hasta que se te olvida
que algo se te ha olvidado
pero queda un zumbido
cerca de las pestañas.
Así.
Como cuando estás en un bar,
rodeado de amigos,
y de pronto te alejas,
te subes por encima de las sillas
y observas sus figuras
y todo alrededor es ruido y desconsuelo
y no sabes si vas a vomitar
o a llenarte de lágrimas
porque todo es muy triste y te da asco.
Así.
Como cuando tienes un hijo,
lo acabas de parir,
lo ves sobre tu tripa,
indefenso y helado,
y no es como creías,
y notas tu barriga,
que se va desinflando
como si no sirviera para nada.
Así.
Como cuando llueve
y acabas de limpiarte los cristales.
Inma Luna, La manera de recogerse el pelo. Generación Blogger
Hace 5 horas