Cerca de mi casa
venden pan.
Es una panadería moderna,
con horno propio
y mesas para tomar un café.
Esta mañana he ido a por dos barras,
las caras que me he cruzado en el camino
me sonaban,
mi barrio no es muy grande
y casi todos nos conocemos.
El pan, al final,
me lo han dado muy quemado,
y las caras,
casi todas con las que me he cruzado,
habían envejecido mucho.
Javier Das, Un año hablando solo (Inédito)
Hace 12 horas