Una gran película. La sorpresa de la temporada. Fresca y amena. La historia (mal de amores) se ha contado infinidad de veces, pero esta vez importa más el cómo, el envoltorio. El título en español (500 Días juntos) miente y confunde a los espectadores. El protagonista, Tom (Joseph Gordon-Levitt), se enamora de Summer (la dulce Zooey Deschanel) y, en esa cuenta de 500 días, veremos el proceso de enamoramiento, las dudas, los primeros besos, la ruptura, el dolor… La narración salta una y otra vez en el tiempo para mostrarnos las diferencias entre los primeros y los últimos días, a ritmo de pop. Es, pues, una narración fragmentaria, que muestra los pedazos rotos que componen una historia de amor, no siempre correspondida.
Cualquiera que vea este filme (debut de Marc Webb tras las cámaras) se sentirá identificado. Todos hemos pasado alguna vez por las mismas circunstancias que atraviesa el protagonista, quien quiere una relación sólida con alguien que detesta el compromiso. Hay una secuencia, en concreto, que me parece simplemente magistral. La pantalla se divide en dos, al modo de las pelis de los 70: a la izquierda, vemos las Expectativas de Tom cuando acude a reencontrarse con Summer; a la derecha, vemos la Realidad de Tom cuando va a ese reencuentro. Las Expectativas siempre son altas, soñadoras, idealizadas, con besos y música romántica; la Realidad siempre es lo contrario, está llena de palos y nada sale como uno lo había planeado o como lo esperaba. El director nos muestra ambas posibilidades. Me ha encantado la historia de Tom y Summer. No se la pierdan.
Cualquiera que vea este filme (debut de Marc Webb tras las cámaras) se sentirá identificado. Todos hemos pasado alguna vez por las mismas circunstancias que atraviesa el protagonista, quien quiere una relación sólida con alguien que detesta el compromiso. Hay una secuencia, en concreto, que me parece simplemente magistral. La pantalla se divide en dos, al modo de las pelis de los 70: a la izquierda, vemos las Expectativas de Tom cuando acude a reencontrarse con Summer; a la derecha, vemos la Realidad de Tom cuando va a ese reencuentro. Las Expectativas siempre son altas, soñadoras, idealizadas, con besos y música romántica; la Realidad siempre es lo contrario, está llena de palos y nada sale como uno lo había planeado o como lo esperaba. El director nos muestra ambas posibilidades. Me ha encantado la historia de Tom y Summer. No se la pierdan.