miércoles, septiembre 30, 2009

Los sudarios no tienen bolsillos, de Horace McCoy


-Vas a tratar de publicar la verdad, ¿no?
-No, no voy a intentarlo. Lo voy a hacer.
-¿Te has parado a pensar lo que pasará si le tocas las pelotas a la gente equivocada? Esto es un villorrio venido a más, lleno de mentes estrechas y de fachas que odian a cualquiera que trate de cambiar las cosas. Lo sé bien, conozco este tipo de ciudades.
-Yo también. Nací aquí.
-Te crucificarán.