Frente a la certeza
de que tarde o temprano
todo acaba, me salvan
esos largos paseos por el río,
salir a comer por el barrio
a esas horas en las que el silencio
es el refugio de otro domingo.
Y tú –ligeramente bebida–
diciéndome que cualquier
día de estos me llevarás
de viaje a Budapest.
Pablo Casares, Días prestados
Hace 12 horas