Las mismas cajas
que trajeron mi libro
desde la imprenta,
ahora me sirven
para mudanza.
Te prometo
que me he dejado
los cuernos,
la vida,
el alma,
en estos dos años.
He luchado,
he peleado
y he hecho todo
lo que estaba
en mi mano.
Y si hemos llegado
a este punto
no es por rendición,
por tomar un camino fácil,
por cerrar la puerta
de un portazo.
Si no que a veces,
como en la vida misma,
aunque te tapen las heridas
ya has perdido
demasiada sangre.
Javier Das, Inédito
Hace 1 hora