Oliver Stone ha hecho una película sobre George W. Bush. Eso, a estas alturas, todo el mundo lo sabe. Se titula “W.”, y a mí me parece una apuesta arriesgada rodar un largometraje sobre un mandatario cuando aún no ha terminado su cargo. Oliver Stone tendría prisa. “W.” puede ser una gran película, al estilo de “JFK”, o puede ser un bodrio, como lo fue “Alejandro Magno”. Su último filme, el de las Torres Gemelas, ni me molesté en ir a verlo. Fue por la suma. La suma de Nicolas Cage con bigote, el patriotismo, las banderas americanas, la sensiblería que los espectadores criticaron, las alusiones religiosas y su aire de telefilme: todo eso me persuadió de ir a verla. También me gustó “Nixon”, aunque carece del ritmo y la frescura de “JFK”. Recuerdo que vi “Nixon” en dvd y mi familia, en casa, no paraba de preguntar: “¿Queda mucho para que acabe?”. Esto tiene traducción: “Te estás tragando un rollo, majo”. Admito que es densa, pero muestra las luces y las sombras de “Tricky Dicky” con habilidad.
La gran duda que corroe a España no es si “W.” será buena o mala. Lo que necesitamos saber ya en este país es si saldrá el personaje de José María Aznar. Porque Stone incluye a todos, como si fuera una fiesta: Chirac, Saddam Hussein, Putin, la familia Bush al completo, Donald Rumsfeld, Tony Blair, Condoleezza Rice (error de reparto: la guapísima Thandie Newton interpreta a Condoleezza, que es un cardo), etc. Por más vueltas y repasos que he dado al reparto de la película en IMDb no veo por ninguna parte a ningún personaje llamado Aznar. En la red podrán encontrar a muchos internautas que se hacen la misma pregunta: ¿Saldrá Aznar? También hay apuestas sobre quién podría interpretarlo. Yo creo que no ha nacido el actor que pueda hacer de Aznar. Tendría que interpretarse a sí mismo y no creo que eso le gustara a Oliver Stone, y además tendría que cortarse la melena y teñir el bigote para volver a los primeros tiempos de la presidencia. Es posible que Aznar esté celoso porque sale Blair y él no. Seguramente a Aznar y a Blair no les gustará la película. Bush no se molestará en verla. Bush vive en otra galaxia, que no nos gusta. Hay otra opción: que salga un extra haciendo de Aznar y su papel sea tan ínfimo, tan testimonial, que no lo hayan incluido en el cast de IMDb porque no suelen mentar a los extras. Si lo interpreta un extra encontraremos otro error de reparto, porque pondrán a un modelo joven y guaperas, más alto que el ex presidente y con la mirada limpia.
“W.” sólo puede funcionar si Stone le da a Bush los palos que merece. La elección de Josh Brolin como George W. me gusta porque Brolin continúa así su resurrección en el cine, tras años de papeles secundarios. Fue uno de nuestros ídolos, en los ochenta, con “Los Goonies”. Estoy convencido: Brolin hará un papelón. Pero falla una cosa: le falta la cara de tonto de Bush. Eso no se puede interpretar. Se tiene o no se tiene. Ni el mejor actor del mundo podría hacerlo. Ni Marlon Brando en sus tiempos mozos. Ni siquiera Cate Blanchett, que ha hecho de Katharine Hepburn, de Elizabeth I y de Bob Dylan y siempre nos convence. En los foros se preguntan qué ocurriría si en España hicieran una película sobre nuestros presidentes. No me lo digan: Imanol Arias sería Felipe González. Con Zapatero, aún en activo, la elección del actor dependería de la ideología del director. Alguien de la izquierda escogería a Ben Affleck. Alguien de la derecha, a Enrique San Francisco. Quiere decirse que en la izquierda lo verían más guapo y, en la derecha, con menos atractivo físico. ¿Y Aznar? Ya digo que tendría que interpretarse a sí mismo.