Sospecho que El patio de mi cárcel ha pinchado en taquilla, y es una pena porque la película no está nada mal, sobre todo gracias a un reparto femenino impecable. En el cine estábamos seis personas. He estado mirando las recaudaciones y la han estrenado en un momento de competencia muy dura: El niño del pijama a rayas, la última de Woody Allen, Tropic Thunder, Babylon, Los extraños, De Niro & Pacino... E insisto en que es una pena. Me parece un retrato acertado de las prisiones. La historia se inspira en hechos reales: el grupo de teatro que formaron unas presas en los años 80, marcados por el jaco. Y es cine español que apuesta por otros temas que no sean la guerra civil y la dictadura, lo cual es de agradecer.
Quiero dejar constancia aquí de los nombres de las actrices porque hacen un trabajo muy loable: Verónica Echegui, Violeta Pérez, Candela Peña, Ana Wagener, Patricia Reyes Spíndola, Blanca Portillo, Natalia Mateo, María Pau Pigem, Tatiana Astengo, Ledicia Sola, Susi Sánchez, Blanca Apilánez, Adriana Ugarte, Montse Germán, Pepa Aniorte, Vanessa Terkes y Nuria Mencía. No olvidemos, además, que salvo alguna excepción, las películas sobre cárceles de mujeres siempre han sido una excusa para mostrar a lobas desnudas revolcándose en las duchas, peleando en ropa interior o amotinándose en cueros. El patio de mi cárcel, de Belén Macías, nos devuelve a la realidad.