Me parece que hoy es el día elegido para la nueva oleada de cambios en el diseño de MySpace. Un lavado de cara total, como suele decirse. No sé dónde he leído que Facebook ya le estaba comiendo terreno. Según leo en los periódicos digitales, los responsables de MySpace cambiarán “la página de inicio del sitio, la navegación, la edición de perfiles, las búsquedas y MySpace TV”. A mí me gusta MySpace porque hace tiempo un amigo me dijo cómo utilizar la página. Me explico: para él, por ejemplo, era una herramienta primordial para ponerse al día de las bandas de música actuales. El internauta entra en el portal del espacio de cierto grupo de pop y puede explorar sus influencias o las bandas y cantautores que dicho grupo ha añadido como “amigos”. A partir de ahí se tira del hilo y uno va descubriendo toda esa música que no sale en “Los cuarenta principales” ni en otras emisoras que usan la fórmula comercial. Por lo que he visto hasta ahora (pero no soy ningún experto, así que podría estar equivocado), en los comentarios que hacen los usuarios en el foro de cada página de MySpace no hay mal rollo. No hay insultos, ni injurias, ni descalificaciones, ni ataques anónimos. Tan sólo gente que comparte sus gustos y que se hace un poco de publicidad de portal en portal. Las bandas anuncian las fechas y los lugares de sus próximos conciertos y no hay anónimos que rieguen el foro de mala baba. Supongo que es porque, para colgar un mensaje, el propietario del portal debe añadirte como amigo y sólo lo hará si al navegar por tu página cumples ciertos requisitos o no eres un impostor. Por ejemplo, a mí una vez me la colaron con una página de spam de sexo. Desde entonces, cada vez que alguien me pide que lo incorpore a mi lista reviso su página para cerciorarme de que no se trata de spam o de algún chalado.
Me gusta MySpace porque brinda esa posibilidad de encuentro y descubrimiento de gente con gustos afines, pero necesita un lavado de imagen porque, como me dijo un colega informático una noche que comentábamos las ventajas e inconvenientes de esta red social, el diseño es horrible. Es una página confusa, y al tío que la visita por primera vez se le antoja un lío. No sabe muy bien qué cuentan allí ni para qué sirve. Ya sé que cada uno puede elegir el diseño personal de su página, pero el modelo es parecido en todos los casos. Es más, aquel colega me dijo que los informáticos odian el diseño de MySpace porque les parece horrendo. La estética es importante, claro, pero prima la funcionalidad. Y en MySpace hay alojadas miles y miles de personas.
Entre los peligros de MySpace, según contaron hace tiempo en las noticias, está el de los pederastas que acosan a las adolescentes. Según las estadísticas, hay unos veintinueve mil perturbados o delincuentes sexuales registrados en estos portales. Si de MySpace controlo algo (no mucho), de otras redes sociales como Facebook no tengo ni idea. Cada vez que en los portales en los que estoy alojado cambian el diseño o incorporan nuevas funcionalidades, me entra una pereza terrible. Porque supone adaptarse y esa adaptación lleva un tiempo. En algunas páginas, o te adaptas a los cambios o tu portal termina siendo inservible. Algo por el estilo me ocurrió con Blogspot. Pusieron todo el sistema de etiquetas y otros cambios menores y sólo te daban una opción: adaptarte. Espero que, con MySpace, no me lleve tanto tiempo amoldar la página a los cambios. Lo peor de estas herramientas es que, en España, aún quedan miles de personas que no saben ni que existen. Seguro que si a mi familia le nombro MySpace alguien me va a responder: “¿Mande?”.