Sólo te pido que no seas
tan intenso
sólo
que si llego tarde
y no hay calma en el pasillo
y la gata se enganchó con las cortinas
y tú con el cable inexiste del teléfono
no seas tan intenso
rompe
una taza un plato un espejo
mi vinilo del Morrison Hotel
y grita
asomado al balcón
en busca de las dos horas perdidas
del pedazo de vida que yo tengo
y tú no
pero te pido
que no se te vidrien los ojos
ni enrojezcas la nariz
ni sientas vértigo
ni llores por la cena especial que preparaste
te pido que no seas
tan intenso porque es difícil
vivir
y aceptar el paro las distancias los atascos las subidas
el precio de un pedazo de vida
que unos tienen
y otros no
no seas tan intenso:
Baudelaire
no pagaba nuestro crédito
Sofía Castañón, Revista La Bella Varsovia
Hace 5 horas