He preferido que sean las imágenes quienes cuenten, también, lo que este libro supone.
Se trata de una edición para quitarse el sombrero, que aúna prosa y cómic: un CD con música de Crumb y sus bandas, un marcador de libros, declaraciones de famosos, capítulos en prosa en los que el dibujante cuenta su vida y opina sobre el arte y el mundo, cómics, reproducciones de postales, posters de cine de sus películas y de otros filmes, fotografías de él y de su familia y de actores y de dibujantes, carteles de exposiciones, portadas de discos y de tebeos y de revistas, dibujos sueltos, serigrafías, cuadernos personales... Una joya de 442 páginas.
Se echan en falta, sin embargo, sus dibujos sobre Charles Bukowski (sólo se incluye uno). Y en algunas viñetas la letra es tan diminuta que pensé en buscar una lupa. Copio un fragmento en el que Robert Crumb cuenta su descubrimiento de Jack Kerouac y En el camino:
El mensaje de aquel libro, el hecho de que alguien pudiera ser tan arrojado como para vivir de ese modo, fue devastador para mí. Kerouac fue revolucionario por transmitir a mi generación la convicción de que no tenía por qué agachar la cabeza. Podíamos dejar la universidad y olvidarnos de todo el rollo responsable que nuestros padres nos habían inculcado: trabajo, matrimonio y familia.