Billy Collins es un poeta singular, dotado de gran inventiva e imaginación, que nos sorprende en cada verso: te asombra dónde empiezan sus poemas y dónde terminan. Ya lo demostró en Lo malo de la poesía y otros poemas. Su capacidad de observación arranca en el entorno cotidiano (un sendero, un catálogo de Victoria's Secret, su trabajo al teclado, el sabor de un cigarrillo, sus alumnos, un sombrero, la nieve...), pero luego da un giro y ahí añade una pincelada de fantasía y de humor. Digamos que es un poeta alegre, que parece ligero pero es profundo. Navegando a solas... es una antología. La ha traducido Eduardo Moga y contiene poemas que abarcan varias páginas. Os dejo con uno de los más breves:
INTRODUCCIÓN A LA POESÍA
Les pido que cojan un poema
y lo sostengan al trasluz,
como una diapositiva de colores,
o que peguen la oreja a su colmena.
Les digo que suelten un ratón en el poema
y que lo vean buscar la salida,
o que entren en la habitación del poema
y palpen las paredes en busca del interruptor.
Quiero que hagan esquí acuático
en la superficie del poema
y saluden al nombre del poeta que está en la orilla.
Pero lo que quieren hacer
es amarrar al poema a una silla
y torturarlo hasta que confiese.
Empiezan dándole con una manguera,
para averiguar lo que quiere decir en realidad.
Les pido que cojan un poema
y lo sostengan al trasluz,
como una diapositiva de colores,
o que peguen la oreja a su colmena.
Les digo que suelten un ratón en el poema
y que lo vean buscar la salida,
o que entren en la habitación del poema
y palpen las paredes en busca del interruptor.
Quiero que hagan esquí acuático
en la superficie del poema
y saluden al nombre del poeta que está en la orilla.
Pero lo que quieren hacer
es amarrar al poema a una silla
y torturarlo hasta que confiese.
Empiezan dándole con una manguera,
para averiguar lo que quiere decir en realidad.