Philipp Blom es el autor de este notable ensayo en el que se nos cuentan los desvelos y esfuerzos de los artífices de la Enciclopedia Francesa, tarea que abarcó más de veinte años y que supuso, para sus protagonistas, un surtido de penurias: arrestos, registros domiciliarios, prisión, censura, persecuciones, polémicas, enemistades...
Los nombres unidos a la Encyclopédie van desde Diderot a D'Alembert, pasando por Rousseau, Grimm o Voltaire. El autor no oculta su admiración por Diderot, la cual contagia a los lectores. El ensayo histórico nos muestra que las cosas no han cambiado mucho desde entonces en el panorama literario (si no nos atenemos a los cambios tecnológicos): escritores que tratan de vivir de sus textos y casi mueren de hambre, encargos a tanto la estocada, editores que no pagan o tardan años en hacerlo, autores enfrentados entre sí, persecución de la Iglesia y el Estado hacia aquello que se sale de las normas establecidas por la moral y el orden público. Si alguien quiere saber más, le remito a mi artículo de hace un par de días: La enciclopedia.