Estos días se me cae la baba con la inauguración de la página web del último invento de Quentin Tarantino y Robert Rodríguez, “Grindhouse”: fotografías, carteles, trailers, sinopsis, reparto, descargas y las llamadas “lobby cards”. Es una auténtica delicia freak, un homenaje confeso a ese estilo que marcaron las películas maluchas de los cines de barrio de sesión doble. Ya saben: tiros por doquier, hombres duros y marcados por las cicatrices físicas y morales, chicas guapas que enseñaban muslo, villanos muy malvados, explosiones, un poco de gore, persecuciones automovilísticas, un aire de cómic y música de los años setenta. No olvidemos que Tarantino es fan de muchos de los géneros que marcaron el cine de los sesenta y los setenta y no ha disimulado sus homenajes a la “blaxplotation” (“Jackie Brown”), al western y al kung fu y a los samurais (los dos volúmenes de “Kill Bill”), a los policíacos orientales y franceses (“Reservoir Dogs”), entre otras películas escritas o producidas por él.
Para quien aún no sepa qué es “Grindhouse”, trataré de contárselo, pero haría mejor en entrar en la web oficial de la película y en el estupendo blog en español “Tarantinospain”, donde nos informan puntualmente de todas las novedades relativas al universo Tarantino y su nueva obra. “Grindhouse” es, en principio, una película formada por dos capítulos independientes, a la manera de la irregular “Four Rooms”. De esta última sólo se salvaban los segmentos de Tarantino y Rodríguez y ellos dos son los únicos directores que aparecen en “Grindhouse”. Rodríguez se ha encargado de “Planet Terror”, un festival de mujeres guerreras, ametralladoras y motocicletas que homenajea al cine de horror y de zombies. Tarantino dirige “Death Proof”, en la que homenajea al género de psicópatas de carretera y le da un aire a lo John Carpenter (no en vano, quien la protagoniza es Kurt Russell, actor fetiche de Carpenter), con inclusión de coches setenteros y mucho colorido. Se supone que los capítulos deberían tener una hora de duración cada uno, para que el resultado final fuese un largometraje de algo más de ciento veinte minutos (dado que, entre uno y otro segmento, se proyectarán trailers falsos hechos por directores colegas de Tarantino, como Eli Roth o Rob Zombie). Sin embargo, algunos rumores apuntan a que el metraje se les ha disparado y que podrían ofrecer una sesión doble más extensa y por el mismo precio: dos películas de una hora y media cada una, sumando además los trailers falsos.
“Grindhouse” es un término que, al parecer, designa a los antiguos cines de programa doble donde se consumían filmes de bajo presupuesto e ínfima calidad, pero siempre encantadores. Si sumamos ambas historias, por “Planet Terror” y “Death Proof” desfilarán los siguientes actores (ya sea en papeles protagonistas, en secundarios o en simples cameos): Rose McGowan, Freddy Rodríguez, Josh Brolin, Michael Biehn, Jeff Fahey, Michael Parks, Rosario Dawson, Danny Trejo, Tom Savini, Bruce Willis, el propio Tarantino y el citado Kurt Russell. Quien conozca estos nombres sabrá reconocer los géneros que homenajean ambos directores. A Estados Unidos el filme llegará en abril de este año. Por muchas críticas que cosechen Tarantino y Rodríguez por parte de sus detractores, no hay duda de su talento para el reciclaje. Nadie es capaz de coger un puñado de películas malas y reconvertirlas en obras muy personales y plagadas de referencias, y devolvernos a cambio un “Reservoir Dogs”, un “Sin City” o un “Kill Bill”. Incluso en el caso de que “Grindhouse” flojee, supondrá para nosotros, sus seguidores, una fiesta salvaje de sangre, humor y cinefilia.