En el filme que nos ocupa seguimos la trayectoria de un muchacho que quiere ser pintor y se mete en una escuela de arte. Allí dentro no tarda en recibir todas las lecciones y sopapos que envuelven a un mundillo tan hipócrita. El mejor consejo se lo da un viejo pintor que vive apartado del mundo, en un cochambroso apartamento: "Lo más importante es que sepas chupar pollas". Artistas que no lo son y no trabajan el cuadro, pero reciben el aplauso general; impostores y galeristas sin idea de sus trabajos; chicas que prefieren a la celebridad de la escuela. El retrato general es ácido, corrosivo, y Zwigoff demuestra de nuevo que es uno de los grandes del cine independiente.
En el reparto, que encabeza el joven Max Minghella (hijo de Anthony Minghella, que dirigió El paciente inglés), intervienen en papeles secundarios John Malkovich, Jim Broadbent, Ethan Suplee, Anjelica Huston y Steve Buscemi en un papel no acreditado.