Estuve el fin de semana en mi tierra. Y allí no dispongo de internet. De modo que suelo actualizar la bitácora en los cibers. Pero el domingo por la mañana salí a por el periódico y, después de comprarlo, me di cuenta de que no llevaba más dinero encima. O sea, que no entré en el ciber y lo pospuse para la tarde. Me entró pereza y tampoco bajé a actualizar este blog. Luego me vine para Madrid, pero entre los atascos, los accidentes y demás, el viaje duró cuatro horas y media. Una vez en casa, internet no funcionaba. Por fin, a las once y media, he conseguido colgar mi artículo de hoy. Hay días en que todo se tuerce...
Hace 12 horas