Yusuf ronda los 40 años, ya es un poeta reconocido, regenta una librería de viejo y lo llaman para que regrese a casa al morir su madre. Con un estilo tan pausado como las anteriores (que, en realidad, son posteriores porque Semith Kaplanoglu las rodó después), repleto de silencios y de elipsis, vemos cómo Yusuf se desenvuelve en su vuelta al hogar, en el que vive una prima suya que recoge los huevos de gallinas para alimentarse: tercer símbolo de la trilogía. Esperaba más de este título, e incluso me he aburrido un poco. Una vez vista la trilogía al completo, me quedo con Miel, después con Huevo y por último con Leche.
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