Un libro muy breve, pero muy interesante y muy fino.
Leonardo Sciascia, por casualidad, tuvo acceso a las actas que consignaban el
fallecimiento del escritor Raymond Roussel (que ahora está otra vez de moda: se
reeditó Locus Solus, que compré hace
poco, y pudimos disfrutar de una expo en el Museo Reina Sofía en torno a su
obra y a su influencia en otros artistas). Sciascia no se creía las causas
oficiales de esa muerte: recordemos que Roussel fue encontrado muerto en una
habitación de hotel, en extrañas circunstancias, y que algunos de los testigos
incurrieron en contradicciones y el informe se elaboró de manera apresurada.
Aunque no queda claro si fue un suicidio o una muerte accidental por sobredosis
(su deceso me ha recordado a los de Bruce Lee, Marilyn Monroe o Heath Ledger,
que fueron muy posteriores), Sciascia elabora un recorrido magnífico por los
hechos y las declaraciones y nos presenta un breve ensayo próximo a un caso de
novela negra. La traducción y las notas y el estudio final son de Julio Reija. No
se lo pierdan.
[Traducción de Julio Reija]