Este libro me lo regalaron Mar López y Álex Portero. Y me ha deparado una agradable lectura. Aunque su título así lo indique, no se recopilan aquí las crónicas que el afamado Hilburn escribió: es un recorrido por los momentos más importantes y los encuentros más interesantes del autor con las estrellas del pop y del rock; es decir, más bien estamos ante el “cómo se hizo” o “making of”, lo cual lo convierte en el doble de interesante. Los ojos de Robert Hilburn han sido testigos de algunos de los instantes más legendarios de la historia de la música del siglo XX (y también del XXI): acudió al concierto de Johnny Cash en la prisión de Folsom, estuvo con John Lennon apenas unas semanas antes de su asesinato, Kurt Cobain lo recibió en su casa con su hija en brazos (apenas tenía un mes de edad; Cobain le dijo: Tener a mi bebé en brazos es la mejor droga del mundo), conoció a Bono antes de su éxito (y se hicieron buenos amigos; y el cantante escribe el prólogo del libro; frase de Bono: Mira, yo estoy harto de Bono, y eso que Bono soy yo), fue escogido por el propio Bob Dylan para que escuchara algunas de sus confidencias, acudió a los funerales de Elvis Presley, John Lennon y Kurt Cobain… Los entrevistó a todos ellos, y a los Beatles, los Rolling Stones, Janis Joplin, Bruce Springsteen, Jack White, Leonard Cohen… Por si fuera poco, la influencia de sus críticas pesó tanto que el rumbo de un disco podía variar dependiendo de lo que él escribiera. Un crack.
[Traducción de Mariano Peyrou]