Hoy se estarán preguntando en sus casas
-porque el ser humano es así de idiota-
qué es lo que hicieron mal.
La chica morena que se pinta los labios de rojo,
salió llorando del baño,
la compañera rubia estuvo riendo hasta la hora de comer
sin advertir que lloverían sapos muertos por la tarde.
El hombre de la trenza en la barba
tiene una muñeca que trajo de China
y que desayuna todas las mañanas.
Alguien de Administración trajo mecánicamente unos papeles,
la rabia ya no se contiene cuando no se tiene nada que perder.
Seguiremos partiéndonos la cara por un trozo de pan mohoso,
pero sus asientos el lunes estarán vacíos.
El miércoles salí de la agencia a las siete y un minuto
y eché a correr por Alcalá:
los viandantes me miraban,
temían que hubiera sustraído sus carteras.
No corría porque perdiera el autobús,
corría porque sí,
porque el Diablo ya había puesto sus ojos en nosotros.
Marta La Bohe, de su blog Una bohemia
Hace 2 horas