Creo que era Vilém Vok quien decía que el arte que no usa hoy en día un procedimiento no es arte de verdad. Seguramente pensaba que si algo distingue al arte auténtico del mero uso de un lenguaje es esa radicalidad. El mero uso del lenguaje es característico de ese arte que nos ha dejado hundidos en la costumbre de los estilos mansos y acomodados, en la costumbre de los escritores sanos y profesionales, todos tan educados y tan perfectamente obsoletos, siempre viviendo emociones “distinguidas” o “artísticas”, aunque alcanzándolas a partir de préstamos, de sentimientos falsos que les llegan de cosas –como diría Céline– “vistas a través de un parabrisas y nunca, absolutamente jamás, a través de una emoción directa”.
[Enrique Vila-Matas]
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¿Te leíste tres veces el Ulises? ¿Y en español? ¿Cuánto tardaste?
Un año.
Suéltalo, McCallan. Nos hemos equivocado.
Créanme que leer la obra maestra de Joyce en tres versiones castellanas distintas me dio mucho que pensar. Jamás había estado expuesto tan intensamente a la dura y fría galería de dificultades que afronta el verdadero traductor.
[Eduardo Lago]