sábado, julio 05, 2008

Wanted, de Mark Millar, J.G. Jones y Paul Mounts

PUNTO 1: Este cómic, reunidas sus partes en un único volumen, es una auténtica locura: salvaje, divertido, corrosivo, políticamente incorrecto, con media docena de tacos por bocadillo (The Fox dixit: ¡Ahora, métete en el puto coche mientras aún me dure la puta sonrisa de cajera de supermercado, gilipollas! ¡Tú y yo tenemos que ir a una puta cita de negocios!).
Podría decirse que es el reverso de Watchmen: el mundo ya no está poblado por superhéroes envejecidos, sino por supervillanos que, en los 80, se aliaron para destruir a “los buenos”. Así que sólo quedan “los malos”, causantes de un alto porcentaje de los crímenes y guerras y magnicidios que asolan al planeta (una idea más acorde con el mundo que nos ha tocado vivir). El protagonista es Wesley Gibson, un fulano cobarde con un trabajo asqueroso, una jefa gruñona y una novia infiel. Un día lo reclutan para que ingrese en esta extraña cofradía de supervillanos. Lo entrenan para que se convierta en una máquina de matar.
Hay tiroteos y personajes inolvidables, pero lo mejor es el guión del escocés Mark Millar. Y el retrato de esos villanos. Casi todos son monstruos, como Mr. Rictus, un tipo con la cara arrasada por un accidente, sombrero y gafas de sol. O Fuckwit, la versión Hulk-con-Síndrome-de-Down. O el más cachondo de todos: Shit-Head, una mole de mierda, hecha de las heces de los 666 tipos más peligrosos de la historia, que contiene excrementos incluso de Hitler y Charles Manson. Hay muchos más y no deberías perdértelos.
PUNTO 2: Acaban de estrenar la película en USA. He visto el trailer y no tiene absolutamente nada que ver. No hay monstruos, no hay mierda, no hay rostros destrozados, no hay supervillanos. Han convertido un cómic en otra versión de Matrix (y me gusta Matrix, pero estamos hablando de otra cosa). En su concepción de los dos personajes principales, los creadores del cómic se han inspirado en Halle Berry y Eminem; para mí no admite duda. Pero en la película han elegido a Angelina Jolie y James McAvoy. Es imposible que haya tantos tacos en el guión; que sea tan salvaje, tan inmoral. Lee el cómic antes de que se estrene. Y luego comparamos.