viernes, marzo 07, 2008

Los bares

Las ciudades se han puesto difíciles
últimamente, son frías y solitarias,
han perdido calidez.

Pero aún nos quedan los bares,

esos sitios oscuros que se encienden
cuando se apaga todo lo demás,
esos rincones con alma,
con auténtico calor;

quién sabe si ya el último refugio,
desde el que abrir fuego otra vez.


Karmelo C. Iribarren, Poesía para bacterias