Cuando un escritor se levanta por la mañana debe asumir dos tareas ineludibles: madrugar para escribir y escribir para perder. Debe, pues, afrontar el sueño y la posibilidad de que lo ninguneen o nunca lo publiquen.
Hace 10 horas
"En lo que me concierne, no soy un escritor, soy alguien que escribe…" (Thomas Bernhard)