Me parece, éste, un poemario valiente. Está dedicado a las víctimas del terrorismo, uno de los temas centrales del libro. Su autor, nacido en Bilbao, describe las situaciones de tensión y miedo en el País Vasco (Y todas las noches desde mi ventana / los siento navegar en el silencio / husmeando como gatos / en los bajos de mi coche), el alivio de pasear por otras tierras extranjeras (Sabía que en ese momento irrepetible / mi dicha eras tú / y saber que allí nadie nos iba / a venir por la espalda), la angustia cotidiana (Hay lugares / donde sien y nuca / son palabras / que estremecen / de veras). Pero también hay lugar para el amor y la nostalgia por quienes se fueron. Quizá por abordar un tema en el que, además, el poeta no cae en el panfleto, y lo trata con sutileza, el libro apenas ha tenido recepción crítica. Es una pena, porque necesitamos más libros como éste. Gil Bengoa ha publicado tres novelas y dirigido un cortometraje. Os dejo con un breve poema:
MAPAS
Pende sobre mi ánimo
la angustia y el recelo por el hacha
y la enroscada serpiente que traza
sinuosos límites al sueño.
la angustia y el recelo por el hacha
y la enroscada serpiente que traza
sinuosos límites al sueño.
Mis sueños hoy se reducen
a no vivir y soñar la vida,
evocar rincones de la memoria
e imaginar los lugares (esos puntitos mágicos
de los mapas) que tanto anhelo.
a no vivir y soñar la vida,
evocar rincones de la memoria
e imaginar los lugares (esos puntitos mágicos
de los mapas) que tanto anhelo.